Loyola Norte: Reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones de vecinal en el marco de «Santa Fe 450»
11/04/2023
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La Vecinal «Loyola Norte» se ubica en el Barrio Loyola, en la zona noroeste de la ciudad. Es un barrio con numerosas instituciones sociales como comedores y el Club Loyola, que alberga a cientos de jóvenes para la práctica del fútbol. Aunque el barrio no cuenta con una Asociación Vecinal, se encuentra en proceso de crearse con una Comisión Directiva ya conformada. Además, hay un centro de recuperación de personas con adicciones. El Encuentro tuvo lugar en la Asociación Civil «Ayudáme con el Corazón» y contó con una amplia convocatoria tanto de instituciones como de vecinos. Por parte de Fundación Centro asisitieron, su presidente, diputado Oscar Martínez y el profesor Pedro Medei.
Con 80 reuniones realizadas, el programa Santa Fe 450 busca dejarle un regalo a nuestra capital por su 450 aniversario:un libro diagnóstico para pensar el futuro de los y las santafesinas ¡Agradecemos a todos los que nos acompañaron vecinal por vecinal en cada una de las reuniones realizadas desde 2021!
Nube de problemas detectados
«Es un drama» repiten los vecinos al hablar de la inseguridad; un drama que enfrentan día a día, a pesar de que la Comisaría 7ma fue reabierta recientemente, la situación no ha mejorado y, de hecho, parece haber empeorado, ya que desde entonces se han registrado varios homicidios. Las modalidades delictivas son graves y van más allá de los arrebatos o los asaltos, con entraderas violentas, homicidios y tiroteos entre bandas.
Este flagelo cotidiano hace que la vida después del anochecer sea muy difícil, especialmente para aquellos que necesitan transitar por la vía pública. Los vecinos denuncian que no se observa patrullaje después de las 20:00 hs., lo que agrava aún más la situación.
Los vecinos le cuentan a Fundación Centro que es necesario que las autoridades tomen medidas para garantizar su seguridad sino que también tiene un impacto negativo en la economía y el desarrollo de la comunidad.
A este se suman otros problemas graves. Uno de ello es la falta de agua. Si bien el barrio está conectado a la red de agua desde hace 6 meses, de hecho, el agua no sale durante el día. Por eso, los vecinos deben juntar agua durante la noche. Si no, la mayoría tiene bombeador y obtiene agua de esa manera. Afirman que incluso el agua de bomba es de mejor calidad que la que sale de la red.
El tema del agua, afirman, es una deuda histórica con el barrio. Sostienen que Loyola Norte es uno de los barrios más antiguos de la zona, con 70 años de vida. Y que en todo eso tiempo aun no se ha logrado que la gente del lugar acceda a este servicio tan básico. En el contrapunto, además, hay descontento porque sostienen que existen barrios que son asentamientos donde se han realizado fuertes procesos de urbanización. Se trata de zonas, afirman, donde quienes habitan no pagan impuestos, al contrario de lo que sucede en Loyola. Viendo que esto se repite a lo largo de los años, los vecinos afirman literalmente que “la discriminación hacia Loyola pareciera ser una política de Estado”.
Por contrapartida, reina mucho optimismo con la buena noticia de que pronto la Vecinal reabrirá. Los vecinos creen que esta instancia de representación servirá para tener más fuerza en los reclamos que como barrio realizan.
Otra problemática importante es el estado de las calles. La mayoría son de tierra y no tienen ningún mantenimiento. Por lo tanto, son muy difíciles de transitar. Ni que hablar cuando llueve. Los vecinos afirman que los desagües “no existen”. Eso genera que cuando llueve las calles se inunden y directamente “no se pueda ni salir”. Tampoco en el barrio hay luminarias. Esto puede observarse claramente, ya que la reunión finaliza una vez caída la noche y la oscuridad es total. Tal y como los vecinos afirman, las únicas luces que hay son las que ellos mismos colocan en las puertas de sus casas.
También hay un problema importante con el transporte. Por empezar, ninguna línea entra al barrio. En el mejor de los casos, la Línea 15 hace un tramo por Gdor. Menchaca. La otra línea más cercana es la 5, que va por Av. 12 de Octubre hasta Hugo Wast, y de allí ya toma por Cafferata. Lo cierto es que los vecinos están muy descontentos con el funcionamiento de la Línea 15. Afirman que demora más de una hora en pasar, y que cuando pasa a veces lo hacen tres unidades juntas. También sostienen que la aplicación Cuando Pasa no hay información, y que aleatoriamente cambia los recorridos. Por lo tanto, es casi imposible tomarla. Sostienen que han hecho este planteo a la Municipalidad en reiteradas ocasiones, pero la misma no reconoce el problema. Por el contrario, afirma que la empresa realiza el trabajo como corresponde. Además, al barrio no entran ni taxis ni remises.
Hay un problema también con los microbasurales y la higiene del barrio. Como en buena parte de la ciudad, sin embargo, los vecinos afirman que esto es más bien un problema cultural que de servicios, porque el camión recolector pasa. Sin embargo, hay otro fenómeno que resulta frecuente en ciertos barrios, que es la llegada de carros o incluso camionetas cargadas de basura que van y tiran, sin más. Esto impide que cualquier recolección sea suficiente para mantener el barrio limpio. En relación a esto, otro de los temas es la falta de poda, que se vuelve peligrosa especialmente cuando hay tormentas con vientos fuertes, porque los árboles pueden cortar el cableado eléctrico.
Sobre todos estos temas, los vecinos afirman que hace un año la Municipalidad se comprometió a sostener reuniones periódicas para ir abordándolos. Sin embargo, esa promesa no se cumplió.
En relación a la salud, las quejas son grandes. El barrio no tiene Centro de Salud y los vecinos deben ir al de Yapeyú, ubicado en Av. 12 de octubre y Teniente Loza. Sostienen que deben ir a las 4 a.m. para conseguir un turno, y que muchas veces el médico no viene y al turno no lo reprograman. El problema de los turnos también afecta a las derivaciones a los hospitales, ya que para ir a cualquiera de ellos (Alassia, Cullen, Sayago, Iturraspe y CEMAFE) se les exige que el turno les sea dado por el Centro de Salud que les corresponde. De esta manera, el acceso a la salud les está prácticamente vedado. El Centro de Salud está abierto hasta las 15.00 hs. y dan 20 turnos por día. Afirman que cuesta mucho conseguir acceso a la odontología. “Por un diente se te pudre la boca”, dicen. Representantes de una institución que trabaja en la recuperación de personas con adicciones afirman que este es un aspecto fundamental para quienes están transitando ese proceso.
En cuanto a la educación, si bien en el barrio no hay escuelas, en la cercanía hay escuelas grandes como ser la Ceferino Namuncurá, de gestión privada, o la Escuela N° 265, de gestión oficial. Es la escuelas hay cupo, y la opinión sobre la calidad es dispar. Preocupa en general la asistencia de los chicos y, en caso de finalizar la escuela, la continuidad de los trayectos de formación o la inserción al mundo del trabajo. También en la zona está el Instituto Superior N° 67, cuya formación principal es en enfermería.
En cuanto a la materia institucional en la zona noroeste, se encuentra una Red de Instituciones conformada por 73 entidades. Sin embargo, su funcionamiento es desigual. Mientras que algunas funcionan adecuadamente, otras «no cumplen su verdadero propósito». Los vecinos protestan debido a lo que consideran una discriminación por parte del Municipio. Afirman que en una Vecinal cercana, que es afín al gobierno, se están realizando obras, mientras que en Loyola no. «No hay equidad», sostienen. En cuanto a las instituciones deportivas, destaca el Club Loyola, donde cientos de niños de la zona practican fútbol. También se destaca la labor del Centro de Rehabilitación «Dios Proveerá», donde se rehabilitan personas con adicciones. Actualmente, 24 personas están en proceso de recuperación y viven en el mismo lugar. Es importante destacar que todos los asistentes a la reunión, vecinos de la institución, apoyan y ven con buenos ojos el trabajo que se realiza en el centro de rehabilitación. Esto es destacable porque muestra el papel que tiene la comunidad en la que estas instituciones se insertan y la importancia del apoyo para que los procesos sean exitosos.
En cuanto a la materia cultural, hay muy pocas actividades disponibles. Algunas se realizan en el playón de San Agustín II, donde se encuentra la Delegación Municipal.