El barrio y la vecinal llevan con orgullo el mismo nombre: Estanislao López. Es un barrio chico pero que alberga grandes instituciones, como el Nuevo Hospital Iturraspe, el Hospital Mira y López y la Alcaldía de Las Flores, más conocida como “cárcel de Las Flores”. También en este barrio está el Fortín “Brigadier Estanislao López”, donde hay un museo de la tradición y donde se promueve el folklore y la preservación de las costumbres. El barrio encuentra ubicado en el noroeste de la ciudad, a la vera de la Av. Blas Parera.
El Encuentro con Fundación Centro se realizó en uno de los salones de la Parroquia Ntra. Señora de las Américas. La reunión contó con una nutrida convocatoria en materia institucional, haciéndose presentes representantes de múltiples instituciones del barrio, además de vecinos.

El barrio, como manifestaron los vecinos, tiene muchos problemas. Uno de ellos es el del muy mal estado de las calles. Si sirve un ejemplo como muestra, la calle principal, que es Cafferata, está destruida a lo largo y a lo ancho de toda su extensión. Siendo este el caso de la calle principal, ni que hablar de las transversales que en muchos casos carecen de asfalto o ripio, y tampoco tienen un mejorado. Esto trae graves problemas, como impedir el acceso de las ambulancias o incluso el del camión de la basura. Esto hace que los vecinos que viven en las transversales dejen la basura en las esquinas de Cafferata, generando microbasurales en cada una de ellas.
Lo mismo pasa con la calle J.R. Mendez. En este caso, además, se suma la situación de un anegamiento histórico cada vez que llueve, que inunda la calle y las veredas y hace totalmente imposible la circulación. Este problema, afirman los vecinos, lleva más de dos décadas. Una vecina advierte que al menos desde el 2003 se están haciendo reclamos y juntando firmas, pero el problema insólitamente persiste. Incluso, una vecina que vive ahí mismo relató que hace poco se cortó un cable y esto electrificó el agua.
En materia de servicios el barrio no tiene gas natural ni cloacas. Sí tiene agua potable y electricidad, aunque en verano tanto la presión como la tensión suelen verse afectadas. Lo propio pasa con la tensión en las épocas de frío intenso. Los vecinos manifiestan además que las luminarias en el barrio son muy deficientes. El alumbrado público es escaso y de mala calidad, y en buena parte la luz de las calles depende de las luces que los vecinos colocan en las puertas de sus casas. Por otro lado, si bien reconocen que es muy buena la obra que se hizo en torno al Nuevo Hospital Iturraspe, señalan que en materia de luminarias – que son LED – las mismas yendo por Gorriti llegan hasta la Comisaría, esto es, hasta la altura de calle Juramento.
En relación a la presencia del Nuevo Iturraspe en la zona, las opiniones son dispares. Algunos vecinos dicen haber sido mal atendidos, haber sido derivados al Cullen y haber tenido que esperar en la guardia hasta 6 hs. para ser atendidos. Otros, por el contrario, relatan experiencias absolutamente inversas.
Todos coinciden, eso sí, en que no es buena la presencia de la feria popular que “se arma” en el parque que está delante del hospital. Por allí circula mucha gente, pero no hay baños, ni agua ni luz eléctrica. Algunas personas llevan garrafas para calentar cosas, con el peligro que esto conlleva. Aseguran que allí “se comercializa de todo”, y explicitan que creen que también se venden cosas robadas. También protestan por la gran cantidad de basura que queda en el lugar, cosa que sucede todos los días porque la feria funciona a diario. Sin embargo, los días de mayor concurrencia son los fines de semana.
Los vecinos relatan que le barrio se inunda mucho. No entienden por qué si hay zonas donde se hicieron desagües nuevos. Algunos explican que no están hechas las alcantarillas para los pasos de calle. Sea como sea, cuando llueve el barrio se vuelve intransitable. Como ya se señaló, no entra ni el camión de la basura ni la ambulancia. Tampoco el colectivo. En materia de transporte, precisamente, la Línea 5 es la que entra el barrio y atraviesa el mismo a través de toda Cafferata, ingresando desde Av. Blas Parera por Beruti y yendo hasta Hugo Wast. El resto de las líneas son las que van por la Av. Blas Parera. Los vecinos reclaman – como todos los barrios del oeste – la falta de una línea que haga este – oeste y viceversa. También explican una situación sobre el Boleto Educativo Gratuito en la cual debiera ponerse atención: quienes deben tomarse dos colectivos – por ejemplo, para ir del noroeste de la ciudad al centro y de ahí a la universidad – deben afrontar cuatro boletos diarios y el Programa solo les cubre dos. Es decir, deben pagar dos boletos diarios para ir a estudiar. Respecto de los taxis y los remises, solo ingresan en horario diurno y hay circulación de remises ilegales.
En cuanto a la seguridad, el barrio depende de la Comisaría Sub 17. Esta Comisaría además abarca a Loyola Sur, por lo que tiene un área de cobertura demasiado grande. Según los vecinos, suceden hechos delictivos de todo tipo: arrebatos, venta de estupefacientes, asaltos a mano armada, entraderas y también tiroteos que tienen como consecuencias balas perdidas.
En materia educativa, el barrio no tiene ninguna escuela secundaria, ni de gestión estatal ni de gestión privada. Sí tiene un jardín y una primaria. Los vecinos afirman que las secundarias más cercanas son o bien las de Yapeyú o bien la Escuela N° 633 “Centenario de Bolivia” que queda a 15 cuadras o más, dependiendo la zona del barrio en que se viva.
Finalmente, el barrio no cuenta con espacios públicos. Los vecinos no consideran que el parque del Iturraspe lo sea, precisamente por la ocupación de la feria. Al respecto, una vecina cuenta que entre vecinos han armado una especie de plaza en un espacio verde al lado del paredón de la cárcel, y que tratan de cuidarla.

Finalmente, hay que decir que en el barrio no hay propuestas culturales ni deportivas, ya que no hay clubes y la Asociación Vecinal tampoco tiene una presencia importante.