La Vecinal “Nueva Pompeya” junto “Pompeya Oeste” configuran lo que se conoce en su integridad como el barrio “Pompeya”. Se encuentra en el centro norte de la ciudad de Santa Fe, a la vera oeste de la Av. Facundo Zuviría y al sur de la Av. Gorriti. El Jardín Botánico es parte del territorio de la vecinal.

El Encuentro con Fundación Centro se realizó en la Asociación Vecinal “Nueva Pompeya”. La reunión contó con una nutrida convocatoria de vecinos y con la presencia de las autoridades vecinales y de la Asociación de Comerciantes de Av. Gorriti.

Los vecinos manifiestan que hay muchas falencias en el barrio. En materia de servicios, sostienen que más del 40% de las luminarias públicas están apagadas. También denuncian la abundante presencia de microbasurales, que se forman por una doble causal: el hecho de que la recolección de basura no tiene un horario fijo y también la falta de compromiso en la materia por parte de la ciudadanía. Señalan además que hay abundantes perros callejeros, que rompen las bolsas. Esta situación facilita la proliferación de mosquitos – entre ellos dengue – y la presencia de roedores.

Las calles están en muy mal estado. Ninguna es asfaltada, algunas con ripio y la mayoría de tierra. Sin embargo, ninguna tiene mantenimiento, por lo que las calles son difícilmente transitables y además se anegan cuando llueve. A esto una vecina agrega que Azcuénaga y Zavalla “es un chiquero” puesto que, según dice, allí el caño madre está roto y la pérdida de agua es constante. Otro reclamo importante es en relación a la falta de higiene de las zanjas, lo que complementa la situación ambiental referida a las plagas. En relación a esto, cordón cuneta casi no hay.

Por el barrio también circulan camiones de distribución de productos. Según los vecinos, a veces cortan los cables y hay casas que se quedan sin luz. También en materia de servicios señalan que no hay ningún espacio público con conectividad a Internet gratuita, y que los servicios privados no son buenos porque no llega el cableado de la fibra óptica.

Otra situación particular es la que se da en Gorriti y San Juan, donde el cantero central tiene una altura de 40 cms., lo que dificulta el cruce para personas que tengan dificultades motrices. Tanto ante esto como ante la situación del caño madre de Azcuénaga, los vecinos relatan que tienen reclamos hechos de más de un año sin haber recibido respuesta. Lo propio respecto del pedido de un semáforo en Zavalla y Gorriti.

Las conversaciones entre los vecinos revelan también un fuerte descontento con la política y los políticos. Reclaman que solo van durante las elecciones, y que hay muchas promesas incumplidas.

En materia de transporte, ningún colectivo circula de forma interna en el barrio. Los que hay pasan por las avenidas Facundo Zuviría y Gorriti, o del otro lado ya en Peñaloza.

En cuanto a la seguridad hay varios problemas. El primero es el hecho de que la Comisaría 26, que es la que está en el barrio, está en un inmueble que tiene que dejar. Se sabe que la van a trasladar, pero la gran incógnita es a dónde. Los vecinos piden que no sea al interior del Jardín Botánico porque así la misma quedaría aislada del barrio.

Más allá de esto, los vecinos manifiestan que no hay patrullaje en el barrio. Dicen que la Comisaría directamente no tiene móvil, y que si circula algún patrullero es del Comando Radioeléctrico. Señalan que, de todos modos, si llaman al 911 no viene. Se sienten abandonados en esta materia. Advierten que hay muchos robos a las instituciones, mucho narcomenudeo y mucho consumo de estupefacientes. Señalan que esta es la gran problemática de los jóvenes en el barrio.

En materia de educación, y en relación a lo anterior, señalan la necesidad de un E.E.M.P.A. en el barrio. Advierten que hay muchos jóvenes adultos que quieren terminar la secundaria pero que no pueden justamente por esta razón.

En cuanto a la salud, los vecinos le manifestaron a Fundación Centro un gran descontento con el Centro de Salud del Barrio. El problema es tanto con la atención como con la posibilidad de conseguir turnos. Dicen que hay filas desde las 4 a.m. en la calle, y que “la gente está desamparada”. No hay seguridad y además están a la intemperie. Una vecina dijo que no va “porque tengo presión alta y si me agarra ese frío es peor”. Los turnos se consiguen a dos meses y no hay pediatría. Algunos vecinos dicen que prefieren ir directo al Hospital Protomédico, que queda en la vecina ciudad de Recreo. También hay descontento con la atención que se brinda en el C.I.C.

Finalmente, en relación a los espacios públicos, hay una plaza que fue inaugurada hace un año, pero el abandono es total. La gente no la usa y es ocupada más para la organización de los delincuentes que para otra cosa.