Encuentro de Vecinos, Comerciantes e Instituciones de la vecinal «Schneider»

29/07/2022

La Vecinal “Schneider” se ubica en la zona centro-oeste de la ciudad de Santa Fe, y cobija en su territorio al barrio que lleva el mismo nombre, el cual recibió a su vez de la vieja cervecería que producía dicha marca, ubicada en esa zona. Tiene como límites este y oeste dos importantes avenidas, como lo son Blas Parera y Peñaloza respectivamente.

En el barrio se encuentra una importante parroquia, como ser la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, rica en historia a partir de la enorme obra que allí realizó el Padre Luis Dusso. A causa de ello, este templo no es solo un lugar de culto, sino que en torno a él a crecido un verdadero complejo educativo que abarca los niveles inicial, primario, medio y medio técnico. Además de las obras de asistencia social que realizan en la propia parroquia o en las capillas que dependen de la misma, ubicadas en los barrios aledaños (Pro Mejoras Barranquitas, San Pantaleón y Los Hornos). En el barrio también se ubica la Defensoría Zonal 2 del Poder Judicial, que es una forma descentralizada del Poder Judicial a nivel local y que brinda a los vecinos de un importante cordón de barrios asistencia jurídica gratuita. También están la Escuela Uruguay y la Asociación Vecinal, y en las inmediaciones del barrio se encuentra ubicado el Cementerio Municipal.

Además, hay un club de fútbol que es el Club Defensores de Peñaloza, que participa en la segunda categoría de la Liga Santafesina de Fútbol. Allí se realizó en Encuentro con Fundación Centro, con contó con una importante representación institucional y la presencia de algunos vecinos.

Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: J.M. Zuviría
Sur: Fray Cayetano Rodríguez
Este: av. Peñaloza
Oeste: av. Blas Parera

Nube de problemas detectados

El problema principal que los vecinos observan es el de la inseguridad. Afirman que cuando oscurece se ve poco patrullaje y que las casas están “selladas”, en el sentido de todas las medidas de seguridad implementadas por los vecinos para evitar las entraderas. Este fenómeno afecta especialmente al club anfitrión, que apenas dos semanas antes de la reunión sufrió el robo de 100 mts. de cable, que eran los que servían para iluminar la totalidad de la cancha de fútbol, y que, además, progresivamente, sufre el robo de uno de sus tapiales, al cual de a poco le van sacando ladrillo tras ladrillo. También ya hace más de un año sufrió el robo de todo el tejido que lo separaba de las vías del tren, lugar donde ahora se radica un asentamiento. El club afirma incluso que, ante un hecho delictivo, ya no llaman a la policía, “porque no sirve para nada. El hecho ya está consumado y las cosas no se recuperan”.

Sobre la cuestión del robo de cables, un vecino realiza una propuesta interesante: que el Municipio con sus sistemas de prevención (por ejemplo, la GSI), trabaje en la materia, siendo que se trata de actos delictivos que se realizan a plena vista y que no pueden hacerse de forma rápida.

Otra de las preocupaciones que manifiestan los asistentes a la reunión es la de la cuestión social. “Se ve mucha pobreza”, dicen. Uno de los principales indicadores de esto, para los vecinos, es la gran cantidad de mendicidad que se observa en los semáforos de las avenidas que circundan la vecinal. Lamentan que en esta actividad suelen verse involucrados a muchos niños y niñas, y fundamentalmente también mujeres. De hecho, uno de los referentes institucionales esboza la teoría de que las barriadas populares de la zona se crearon en función de las “oportunidades” que ofrece la cercanía con estas avenidas. Otro síntoma de esta cuestión es enorme asentamiento que creció al costado de la vía, y que está pegado al parque del club. Allí viven muchas familias que se empezaron a instalar durante la pandemia y también antes, y que ya se ha consolidado al punto de que las casas son de material y tienen conexiones clandestinas de luz y agua. Por otra parte, esto también puede constatarse en el grave problema de desempleo que atraviesa a las familias, y que los referentes institucionales visibilizan día a día. Uno de ellos sostiene: “La situación del empleo está igual que en la pandemia, como si esta no hubiese ya pasado”. También afirman que en las familias hay muchas dificultades para poder educar a los hijos. Un hecho que puede pasar desapercibido, sin embargo, es muy importante: en el club, todos los chicos que entran saludan personalmente a todos los presentes. Esto es algo que les han enseñado en el club como una cuestión básica de respeto y reconocimiento del otro. Finalmente, el flagelo de la pobreza puede verse en la alta concurrencia de personas a los comedores. La parroquia, por ejemplo, tiene dos merenderos con más de 100 asistentes cada uno.

En materia de servicios, los vecinos afirman que la recolección de la basura funciona bien pero que igual se forman microbasurales en los terrenos baldíos. Es un barrio atravesado por la vía, y esto sin dudas impacta en la fisionomía del mismo. En cuanto a la iluminación, hay sectores del barrio iluminados y sectores que no. En general, se observa una mayor calidad de vida más hacia el sur, en las cercanías de la calle Fray Cayetano Rodríguez. Las calles, del mismo modo, se diferencian entre asfaltadas, de ripio y de tierra. En todos los casos falta mantenimiento y la lluvia dificulta la transitabilidad. En el barrio no entran colectivos, pero sí circulan por las avenidas lindantes y por Fray Cayetano Rodríguez. Siendo un barrio “angosto” (si se lo mira de sur a norte), se puede decir que las distancias al transporte público son accesibles.

En materia de salud, el barrio no tiene centro de salud propio, pero los vecinos cuentan que van al de Villa Hipódromo y que la atención es buena. En cuanto a la educación, la zona cuenta con las escuelas ya descritas, que gozan de buen reconocimiento. La escuela de Lourdes, incluso – a través de CARITAS – beca a chicos que terminan 7° en escuelas de gestión estatal de la zona para que puedan hacer su secundaria ahí. Es una escuela con una matrícula de 2500 alumnos. Allí concurren niños, niñas y jóvenes de toda la ciudad.

En materia de oferta deportiva, el Club Defensores de Peñaloza tiene fútbol masculino. No hay en el barrio oferta cultural, más allá de las iniciativas que puedan realizar las instituciones ya mencionadas.