Reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones de Vecinal Peñaloza Norte

03/02/2023

La Vecinal “Peñaloza Norte” se encuentra al centro-norte de la ciudad de Santa Fe, inmediatamente al norte del Jardín Botánico. Se trata de una Vecinal relativamente nueva, ya que se fundó en el año 2006 desprendiéndose de la jurisdicción que pertenecía a la Vecinal “Altos de Noguera”.

Si bien su territorio es extenso, buena parte del mismo son terrenos sin habitar. La zona de viviendas es pequeña y corresponde en su mayoría a un barrio de UPCN. En consecuencia, la demografía del barrio se compone esencialmente de empleados públicos.

Dada su poca antigüedad, la Asociación Vecinal todavía no tiene una sede en funcionamiento. Sí tiene el terreno y los cimientos, pero no aún el edificio. Por dicha razón, la reunión se realizó en la casa del Presidente de la Comisión Vecinal. A la reunión asistieron representantes vecinales y vecinos.

Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Callejón Roca
Sur: Calle Sin Nombre
Este: Dr. Zavalla
Oeste: República Dominicana

Nube de problemas detectados

Los vecinos cuentan que un 10% de las calles están pavimentadas, que es el mismo 10% que tiene cordón cuneta. El resto son de tierra y tienen como sistema de desagüe las zanjas a cielo abierto. Sin embargo, hay muchos cruces de calles tapados y desniveles mal hechos, por lo que cuando llueve el barrio se inunda. Tampoco hay cloacas. De hecho, cuentan que muchos pozos negros están rebalsados y con las inundaciones pluviales esto sale a superficie.

La zona tampoco tiene gas natural. Los vecinos observan que este servicio llegó a los nuevos planes de vivienda de UPCN ubicados sobre la Av. Peñaloza, por lo que entienden que la proximidad con este lugar debería facilitar que tarde o temprano accedan al servicio.

Sin embargo, los vecinos afirman que el principal problema es la iluminación. Dicen que en el barrio faltan muchas luminarias y que muchas están rotas. Sostienen que está es la cuestión más urgente, porque la vinculan de manera directa a la inseguridad. Especialmente, al ser un barrio de empelados públicos, hay muchas personas que tiene que ir a tomarse el colectivo a las 5.00 hs., totalmente a oscuras.

En cuanto a la recolección de residuos, el camión recolector pasa todos los días. Sin embargo, hay vecinos que afirman que no siempre les llevan la basura. Como en buena en casi toda la ciudad, se identifica también aquí que buena parte del problema “es el vecino”, porque saca la basura fuera de horario o la tira en lugares que no corresponden. Esto genera la formación de microbasurales que, según los vecinos, permanecen así por 20 días. Señalan como situación puntual la existencia de un basural permanente – a causa de que allí tiran basura tanto vecinos como extraños al barrio – en la cuadra del paredón de AMSAPP (el camping de la Asociación Mutual de Suboficiales y Agentes de la Policía de la Provincia). Esto sería en la esquina de Chaco y Azopardo.

Sobre la conectividad, los vecinos coinciden que es buena. Al menos por lo se vierte en la reunión, hay una sola empresa que brinda allí el servicio de Internet y cable. Sin embargo, también es costosa: pagan ambos servicios $6.700 mensuales.

Otro tema importante de la zona es el tramo de Av. Peñaloza al norte de Gorriti. Allí se observa un escenario inexplicable, donde la avenida queda reducida al ancho de una mano pero mantiene su doble sentido, a la vez que sobre su costado este hay un amplio espacio verde y una ciclovía, y hay una serie de rotondas cuya función vial no está clara y en las cuales ocasionalmente se producen accidentes. Según los vecinos la obra está sin terminar. Faltaría la construcción de la segunda mano al oeste de donde está la ciclovía, quedando esta en el medio. Sin embargo, allí hay un zanjón que, para ello, primero debería ser entubado. En definitiva, se trata de una zona de difícil y peligrosa circulación, cuya estructura no se entiende atendiendo a que es una obra nueva y no parece cumplir con la finalidad de facilitar el flujo del tránsito. A esto se suma que sobre la avenida hay galpones a los que llegan camiones que destruyen el asfalto.

En materia de seguridad, el barrio depende de la Subcomisaría 14ta, que queda en el corazón del barrio. Los vecinos afirman que la atención es “muy mala”. Un vecino cuenta que en una ocasión no le tomaron la denuncia. También sostienen que no se observa patrullaje. Sin embargo, a pesar de todo esto, afirman que “el barrio está tranquilo”. Sí, advierten, hay robos desde motos (“motochorros”) sobre la Av. Peñaloza. También advierten que en la zona hay muchos terrenos baldíos, y que la tendencia es a que se usurpen y se formen asentamientos. Los vecinos relacionan la inseguridad directamente con estos asentamientos, y también el comercio de estupefacientes.

En cuanto a la salud, el Centro de Salud que le corresponde a la zona es el “Altos de Noguera”, que queda en Barrio Favaloro. Este Centro tiene que atender a Altos de Noguera, Favaloro, todos los barrios de Bernardino Rivadavia y Peñaloza Norte. Sin dudas, tiene una enorme demanda que desborda su capacidad real de atención. Además, señalan que están “ajustados en insumos” y que si bien la construcción es nueva, “es mala”. “Se viene medio abajo», afirman, a parte de que sufre vandalismo. Al momento de la reunión afirman que el Centro está sin médicos, porque ambos están de licencia. Se otorgan 15 turnos diarios por profesional, y el mismo funciona de lunes a viernes de 7.00 hs. a 17.00 hs.

En relación a la cuestión educativa, dentro del territorio del barrio hay una escuela primaria y otra secundaria. Sin embargo, los vecinos dicen que cuesta conseguir cupo. Señalan como una escuela importante y de referencia para toda la zona la Escuela Santa Rita.

Como le sucede a muchos barrios del centro-norte, la cuestión del transporte es un problema. El único colectivo que entra al barrio es la Línea 11 – “cuando no llueve”, aclara una vecina. Los vecinos consideran que en esta materia el barrio está desconectado de toda la ciudad, y observan que el problema es más aguda si se considera que es un barrio empleados públicos, esto es, de personas que todos los días van y vienen a trabajar al centro.

A pesar de encontrarse inmediatamente atrás, los vecinos dicen que el barrio no guarda ninguna relación con el Jardín Botánico. Aparentemente, estar tan cerca no les reporta ningún beneficio. Tampoco califican de buena manera el desempeño del Distrito Norte, que funciona allí, y que es la forma de descentralización que la Municipalidad tiene para – presuntamente – llegar de manera capilar a todo el territorio de la ciudad.

Finalmente, el barrio no tiene espacios públicos. Hay una plaza, pero la gente no la usa debido a que ha sido ocupada por quienes allí consumen o se juntan para organizarse y salir a delinquir. Buena parte del barrio usa el camping de UPCN (que queda en Colastiné Norte), y también está el Camping Oasis que pertenece a una comunidad evangélica, queda en el barrio y tiene una relación fluida con los vecinos y vecinas. Allí además hay un espacio de trabajo para la recuperación de jóvenes con adicciones. Tampoco hay lugares para hacer deporte. Los vecinos cuentan que sus hijos van hasta Ángel Gallardo (en la vecina ciudad de Monte Vera) o hasta Banco Provincia (Barrio Altos del Valle) para prácticar deportes.