«San Pantaleón»: reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones

15/02/2023

“Santa Fe 450: la Capital se escucha” es la iniciativa que venimos trabajando desde noviembre del año 2021, junto con un grupo de profesionales convocados por nuestro presidente, presidente Oscar Martínez. Es un minucioso estudio de la ciudad, barrio por barrio, vecinal por vecinal con la consigna de escuchar a cada vecino y vecina, sus problemáticas, sus necesidades y también sus anhelos de cara al 450 aniversario de Santa Fe. En esta oportunidad, visitamos la Vecinal “San Pantaleón”, la misma coincide con el barrio que lleva dicho nombre. Se ubica al oeste del Cementerio Municipal, localizada desde el punto de vista geográfico exactamente en la zona centro-oeste de la ciudad.

Se trata de un barrio marginal de la ciudad. En el mismo funcionan apenas algunas instituciones, todas de carácter social: una asociación que se llama el Arca de Alba, el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) y el Movimiento de Los Sin Techo.

El Encuentro se realizó precisamente en la Copa de Leche de Los Sin Techo, y contó con representantes del movimiento y la presencia de vecinos del barrio.

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Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Estado de Israel
Sur: Callejón Funes, Rodríguez
Este: Avenida Blas Parera
Oeste: av. Circunvalación Oeste

Nube de problemas detectados

San Pantaleón se presenta con sus problemas, ausencias y carencias. Los vecinos se quejan, principalmente, de la ausencia de luz pública. «Los únicos faroles son los de las lámparas que cuelgan de las puertas», advierten. Para empeorar la situación, aquellos que viven en el norte del barrio y necesitan acceder a él a través del crematorio del cementerio municipal, denuncian que la zona es una trampa de lobos donde los ladrones acechan tras los contenedores para sorprender a sus víctimas y robarles.

A estos problemas se suman los de las calles, que son de tierra y nunca han sido mejoradas, lo que las hace difíciles de transitar cuando están secas y prácticamente intransitables cuando llueve. El sistema de drenaje se realiza a través de zanjas a cielo abierto, pero estas no funcionan correctamente. Las zanjas están obstruidas por la falta de mantenimiento, la basura o, en algunos casos, porque los propios vecinos las han cerrado para facilitar la salida de los vehículos. Por eso, cuando llueve, el barrio se inunda. De hecho, la reunión estaba programada para una semana antes de la fecha en que se realizó, pero precisamente ese día, una lluvia intensa dejó el acceso al lugar completamente inundado, lo que hizo que fuera imposible para los vecinos llegar allí.

La basura es otro problema en relación con los espacios públicos. El camión recolector no entra, por lo que los vecinos arrojan los residuos en el depósito (que se encuentra en el límite oeste del barrio) o los queman. A pesar de lo perjudicial que esto es para la salud, ambos actos están completamente naturalizados. La otra opción es tirar la basura en las esquinas, lo que genera microbasurales. Lo mismo ocurre con la poda de la hierba, que es inexistente. Ambas situaciones generan la presencia de numerosos roedores.

La situación de los servicios es precaria. Hay áreas del barrio que solo tienen agua durante la noche, y los vecinos deben cargar agua durante esas horas para poder tenerla durante el día. En el mismo lugar donde se llevó a cabo la reunión, a las 8:30 p.m., abrieron la canilla para mostrarnos la delgada corriente de agua que fluía. No hay gas natural ni alcantarillado. Sin embargo, hay medidores comunitarios para la electricidad.

En cuanto a la conectividad, se realiza mediante radioenlaces, y los vecinos dicen que funciona bien en general. El cable no llega, por lo que aquellos que lo tienen, lo hacen a través de DirecTV, que según los vecinos cuesta $10,000 y se corta cuando llueve.

En materia de seguridad, como ya se dijo, la zona del crematorio es peligrosa. El barrio depende de la Comisaría 6ta y según los vecinos no se observa patrullaje. Afirman que hay robos en la Av. Blas Parera, pero también dentro del barrio. A diferencia de lo que se relata en otros barrios con similares condiciones, los vecinos afirman que padecen la inseguridad adentro del barrio, en las propias calles del barrio. Les roban lo poco que tienen, en general el celular. La precariedad es tal que todavía está vigente la modalidad de robar en bicicleta, cosa que ya no se observa en general en la ciudad. También cuentan los vecinos que a veces hay tiroteos. El gran drama, principal causal tanto de los robos chicos como de los hechos graves, es la venta y consumo de drogas, la cual “abunda por todo el barrio”. Los vecinos cuentan que hay muchos “kioscos” de venta de droga, y mucha gente joven involucrada, tanto en la venta como en el consumo.

La situación social del barrio es precaria. La principal ocupación laboral de las personas es el cirujeo. En el comedor de Los Sin Techo asisten a 200 chicos, a quienes todos los días les dan el desayuno. En el del MTE se asiste a 600 personas cuatro veces por semana. También hay un problema de usurpación de tierras, que es grave, ya que se está armando todo un barrio en la zona del reservorio, un lugar plenamente inundable cuando hay creciente.

En materia de salud tampoco hay nada. Había un centro de salud de Los Sin Techo, pero está usurpado. En consecuencia, los vecinos van al Centro de Salud de Barranquitas o al de Villa Hipódromo. Todos coinciden en que haría falta un centro de salud en el barrio. La ambulancia no entra al barrio.

En cuanto al transporte, al barrio no entra ningún colectivo. Si bien es cierto que por Av. Blas Parera pasan varias líneas, y que el ancho del barrio de este a oeste es de tres cuadras, los vecinos afirman que – por razones de seguridad – sería bueno que alguna línea ingrese. Tampoco ingresan taxis y remises o no hay remises irregulares.

En materia de educación, en el barrio solo hay un jardín que es de Los Sin Techo. Sin embargo, hay escuelas en la cercanía. Los chicos van a la escuela Falucho, a la Uruguay y la Raimundo Peña, entre otras que hay en la zona.

El barrio tiene dos espacios públicos que son las canchas al lado de las Capillas Santa Bernardita y San Pantaleón. Fuera de estos lugares, no hay espacios públicos. Lamentablemente, el espacio público del barrio es el crematorio del Cementerio, donde se puede ver siempre a chicos jugando y también mendigando. En el barrio no hay propuestas culturales ni deportivas. Cuentan los vecinos que también se utiliza la Plaza Santa Isabel (frente al Cementerio, del lado este de Av. Blas Parera) con fines deportivos.

Un problema importante en materia institucional es que el barrio no tiene Asociación Vecinal. Si bien la sede existe, la misma está acéfala. La propia ex presidente de la Vecinal participó de la reunión, y aseguró que abandonó la tarea vecinalista porque se cansó de que les robaran en la institución, cosa que atenta contra las posibilidades de la Vecinal de sostener sus actividades y de crecer.

Los vecinos coinciden en que lo más urgente son las luminarias públicas y el arreglo de las calles.