La Vecinal «Liceo Zona Norte» se encuentra en el centro norte de la ciudad de Santa Fe, y es conocida comúnmente como «Liceo Norte» por ser el barrio principal de esa zona. Este barrio es bastante grande, cuenta con numerosas zonas baldías y está experimentando un crecimiento urbano incipiente que necesita ser ordenado. Sin embargo, no cuenta con una gran cantidad de instituciones y la Asociación Vecinal aún no ha sido constituida.

Debido a esta situación, el encuentro de Fundación Centro y vecinos se llevó a cabo en la casa de una familia local, lo cual tuvo una gran convocatoria de residentes del área. Por parte de Fundación Centro asistieron, su presidente diputado Oscar Martínez y el profesor Pedro Medei.

Los vecinos de la zona señalan que esta se encuentra abandonada en varios aspectos. En primer lugar, mencionan que la inseguridad es un problema grave. La zona depende de la Sub Comisaría 14, ubicada en Aguado y Combatientes de Malvinas, a más de 15 cuadras de distancia. Los vecinos informan que los arrebatos, los intentos de entraderas, los asaltos y los robos desde motos son delitos frecuentes en la zona. Aunque los tiroteos entre bandas ya no son un problema, los vecinos cuentan que hace unos años se consideró la idea de instalar un destacamento en Callejón Aguirre y Azopardo, pero finalmente no se concretó. Además, los vecinos mencionan que la comisaría no suele responder y que el patrullaje es casi inexistente.

Otro problema importante es el estado de las calles, ya que muy pocas están asfaltadas y las que no lo están nunca reciben mantenimiento. Los vecinos le dicen a nuestro presidente y a Pedro Medei que “hace 6 años que no vemos una máquina”. También se menciona que hay un zanjeo y un zanjón de mediano tamaño sobre Calle Azopardo, pero el agua no corre, lo que provoca inundaciones en la zona cuando llueve. La falta de iluminación es otro problema importante, ya que según los vecinos solo la calle Bernardo de Irigoyen está bien iluminada. El resto de las calles carecen de luminarias o no están encendidas, lo que los vecinos relacionan directamente con los lugares donde ocurren la mayoría de los delitos. Los vecinos también mencionan que no hay una sola luz LED en todo el barrio.

Aunque el camión recolector de basura pasa todos los días por la mañana, los vecinos informan que se forman microbasurales en varias esquinas, ya que el camión no pasa por todas las cuadras.

En materia de salud en el barrio no hay nada. Los vecinos cuentan que los Centros de Salud más cercanos son el de Barrio Favaloro, el de Pompeya o el de Peñaloza y Gorriti. En general aducen que la atención es mala, que no están abiertos más allá de las 16.00 hs. y que dan pocos turnos por día. Sostienen que hay que ir a las 5.00 hs. para conseguir turno a las 7.00 hs., y que muchas veces a pesar de tener el turno los médicos no están. También está el problema de que los turnos para los hospitales o el CEMAFE los asignan los Centros de Salud. Una vecina, por ejemplo, cuenta que hace más de un año está esperando un turno para un especialista de garganta en el Hospital de Niños.

En cuanto al transporte, por el barrio circulan las Líneas 11 y 18. Con la Línea 11 hay un problema, porque cuando llueve no ingresa al barrio, y cuando llueve mucho y Av. Peñaloza se inunda, realiza su recorrido – que inicia en Barrio Favaloro – directamente por Av. Aristóbulo del Valle, dejando a toda la zona de Av. Peñaloza sin el medio de transporte. Por contrapartida, sostienen que el 18 funciona bien, y que su horario es desde las 5.00 hs. hasta las 23.00 hs.

En materia educativa, tal y como se ha planteado en otras reuniones de la zona, faltan escuelas. Los vecinos señalan las escuelas más cercanas son la Cecilia Grierson y la Combate del Quebracho, de gestión oficial, y las escuelas Santa Rita y Alberto Monti, de gestión privada. Sobre las de gestión oficial, los vecinos señalan que los directivos “se mueven mucho”, y que valoran la calidad educativa como buena, pero critican la falta de infraestructura. Señalan que durante el verano hay familias que han llevado sus ventiladores para suplir la falta de los mismos, y que muchas veces los chicos tienen que llevarse su propia agua porque en la escuela hay poca o no es de calidad. Además, cuesta mucho el tema del cupo, porque hay mucha demanda y poca oferta. En consecuencia, muchos chicos terminan yendo a escuelas alejadas del barrio.

Otro de los grandes temas es de las escrituras. Según los vecinos, en el barrio nadie tiene. La zona, como buena parte del centro-norte, era zona de quintas donde se cultivaban diversas cosas. Esos terrenos luego fueron siendo ocupados para vivir, pero la situación nunca se regularizó. Cuentan los vecinos que ha habido varias ocasiones en las que se había propuesto iniciar los procesos de escrituración, pero no avanzaron. Hay que considerar que hay familias que residen allí hace más de 30 años, y que tienen los servicios y los pagan. Este es otro de los grandes temas en muchos lugares de la ciudad de Santa Fe.

Finalmente, a pesar de que hay grandes extensiones de terrenos baldíos, los mismos no están parquizados. Por lo tanto, en el barrio no hay espacios públicos. De hecho, las zonas baldías donde el pasto está corto, es porque los propios vecinos lo hacen. Tampoco hay clubes ni ofertas deportivas ni culturales estatales.