El supermercado Ekoplaza, acaba de presentar el primer pasillo libre de plásticos del mundo en una de sus tiendas de Ámsterdam.
No es gran cosa, pero al menos ahí, los clientes de esta cadena “premium” de supermercados, pueden encontrar artículos diversos que no están acompañados de plástico: los packs son de materiales degradables, vidrio, metal o cartón.
La inauguración del pasillo en el supermercado llega ahora que la idea de prohibir el plástico –o por lo menos hacer que un mayor porcentaje del material sea reciclable– adquiere simpatizantes en todo el mundo.
En enero, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, apoyó la iniciativa de los pasillos libres de plásticos en los supermercados, en el discurso de presentación del plan ambiental inglés, para los próximos veinticinco años. El mismo mes, la Unión Europea emprendió un plan para hacer que todos los plásticos del mercado europeo sean reciclables para 2030.
Entre los artículos que la Unión Europea tiene en la mira se encuentran las pajitas o sorbetes, las botellas de plástico, los vasos para café y sus tapas; ninguno de estos objetos estaban a la vista para los clientes que buscaron productos en el nuevo pasillo en Ámsterdam.
El uso de empaques de plástico se ha hecho muy generalizado debido a su practicidad y sus cualidades higiénicas. Sin embargo, también se ha convertido en una plaga.
“El plástico puede empaquetar la comida de una persona, pero se convierte en el problema de otra”, comentó Sian Sutherland (cofundador de A Plastic Planet).
Las propuestas de la Unión Europea y el Reino Unido llegaron después de que China –a partir de enero– prohibiera la importación de desperdicios plásticos.
Ruanda también comenzó una campaña con la cual declaró ilegal la importación, la producción, el uso o la venta de bolsas y empaques de plástico, con la excepción de industrias específicas como la hospitalaria y la de los fármacos. Este país es uno de más de cuarenta en todo el mundo que han prohibido, restringido o gravado el uso de bolsas de plástico, entre ellos Francia e Italia.
En el caso de Holanda, hace dos años se prohibieron las bolsas de plástico gratuitas, después de que en 2015 entrara en vigor una disposición de la Unión Europea que tiende a su eliminación gradual. En ese entonces, el país de casi 17 millones de habitantes utilizaba cerca de 3.000 millones de bolsas cada año, la mayoría de las cuales terminaba en la basura.
Ekoplaza ha prometido expandir su idea del pasillo libre de plásticos a sus 74 tiendas para cuando termine el año. “No hay lógica alguna en envolver algo tan perecedero como los alimentos en un material tan indestructible como el plástico”, finalizó Sutherland.
Fuente: New York Times / Foro Ambiental.