El primer problema que se planteó fue el de la inseguridad. El barrio depende de la Comisaría 8va, pero la misma se encuentra muy alejada (Gral. Paz entre Risso y Padre Genesio). El patrullaje es casi nulo y el delito es cada vez mayor. Sobre la fala de patrullaje, la misma policía les ha reconocido que existe una faltante de móviles. Los vecinos afirman que hace muchos años había un destacamento junto al Centro de Salud, en calle Las Azucenas al 10.350. El mismo contaba con dos motocicletas, pero al menos servía para tener una presencia policial mínima en el barrio. Cuando lo sacaron, el argumento fue que “el barrio no lo necesitaba”.

Además de la falta de patrullaje, el barrio no cuenta con cámaras, más allá de las que los vecinos puedan tener en sus casas de forma privada. Tampoco hay sistemas de alarmas comunitarias. En cuanto a las modalidades delictivas, la más común son los asaltos a mano armada con armas de fuego en la vía pública. Esto, ciertamente, es algo muy preocupante. En segundo orden, las entraderas.

Respecto de los servicios, el barrio solo cuenta con agua potable, luz eléctrica. Es la misma situación que viven otros barrios de la zona, como ser Las Delicias, Nueva Santa Fe o Altos de Noguera. También cuenta con recolección de residuos. Este último los vecinos aseguran que funciona bien. El barrio no tiene cloacas ni gas natural. Tampoco tiene asfalto, ya que la única calle asfaltada es Los Nogales, y es un asfaltado sin mantenimiento que se deteriora cada vez más. El resto de las calles precisan mejorado pero el mismo hace mucho que no se realiza. Sin ir más lejos, en una de las entradas del barrio, en Av. Aristóbulo del Valle y Los Pinos, con apenas pequeñas lluvias se producen grandes pozos de agua que la vuelven intransitable. Un vecino relata que “hace tres años que tapo ahí con escombros porque nadie hace nada”.

Otro gran problema es el del cordón cuneta. Según los vecinos, solo la mita del barrio cuenta con cordón cuneta, pero aquellos que lo tienen sin embargo padecen el hecho de que la obra no se hizo bien. En efecto, relatan que antes de la construcción de los cordones cuneta el barrio no se inundaba, y a partir de que esa obra está el barrio padece anegamientos pluviales, lo que significa claramente que la obra no cumple su función, sino todo lo contrario.

Otro gran déficit en materia de servicios públicos son las luminarias públicas. El barrio padece la falta de iluminación, lo que claramente contribuye a un aumento en la inseguridad. Los vecinos relatan que ellos mismos han comprado focos y han utilizado el camión de un vecino para poder instalarlos. Relatan también que, en ocasiones de intervenciones de ese estilo, tanto en el cambio de focos como en el rellenado de las calles, han querido ser multados por la Municipalidad. Esto claramente despierta indignación, porque genera la sensación entre los vecinos de que la Municipalidad no está presente para las obras, pero sí para multar por aquellas cosas que la propia Municipalidad debería haber hecho. En relación a esto, muchos vecinos afirmaron que estarían dispuestos a llevar adelante un proceso de contribución de mejoras, esto es, que la Municipalidad autorice las obras que los vecinos necesitan y que estas sean financiadas por ellos mismos. Claramente, se trata de una vecindad que quiere vivir mejor y está dispuesta a involucrarse para ello.

Precisamente vinculado a esto último está el planteo que los vecinos hicieron sobre la Asociación Vecinal. Según ellos relatan, hace algunos años la Vecinal tenía muchos asociados a quienes se les dejó de cobrar la cuota y por eso mismo perdieron su condición societaria. Hoy quieren asociarse para participar, pero no pueden, y por tanto la Vecinal no renueva autoridades desde hace mucho tiempo. Esto deviene en falta de obras y mejoras para el barrio, como es el caso de la plaza que está detrás de la propia Vecinal, que se encuentra en estado de semi-abandono y es foco de hechos delictivos. Esta situación, como las que se replican en muchos lugares de la ciudad, muestra a las claras la necesidad de repensar el sistema vecinal que hoy rige a las Asociaciones Vecinales de nuestra ciudad. También en materia de instituciones, los vecinos afirmaron que no le ven utilidad a la Delegación Norte de la Municipalidad. “Ni siquiera para cargar la SUBE sirve – afirmó una vecina – ya que cuando vas nunca tienen sistema”.

Sobre la salud, como se dijo, en la Vecinal hay dos centros de salud, uno correspondiente al barrio Altos del Valle y otro al barrio 29 de abril. Ambos están abiertos de lunes a viernes, el primero de 7.30 hs. a 12.00 hs. y el segundo hasta las 15.00 hs. Los vecinos afirman que el funcionamiento del que hay en 29 de abril es mucho mejor, y por eso todos concurren allí.

Otro de los grandes temas es la movilidad. Por un lado, el barrio se encuentra muy aislado del resto de la ciudad, ya que no hay ninguna calle que conecte directamente con la Av. Gral. Paz ni con el resto de las avenidas importantes. Por lo tanto, la única vía de conexión con el centro es Av. Aristóbulo del Valle, no habiendo formas directas de acceso hacia el este ni hacia el oeste. Por otro lado, como sucede en muchos barrios, hay un gran problema con el tema del transporte, ya que la única línea de colectivos que pasa es la Línea 10, que lo hace sobre Av. Aristóbulo del Valle, don dos servicios: uno “directo” y otro que tiene un recorrido diferencial. Ambos tienen poca frecuencia, según los vecinos, pero el primero que es el más útil, tiene menor frecuencia. Luego están los interurbanos que vienen de Monte Vera y Laguna Paiva, pero no funcionan con sistema SUBE y son más caros. Según los vecinos, hace algunos años la Línea 16 ingresaba al barrio, pero hoy ya no hay ningún colectivo que lo haga.

En materia de conectividad, al barrio llegan las empresas Gigared y Fibertel. Según los vecinos, está última funciona mejor, pero en general la conectividad no es buena. El servicio máximo es de 30 MB que no funcionan como tales. Con promoción, los vecinos pagan alrededor de $2.000 por el servicio de Internet más cable.

Finalmente, el barrio cuenta con escasas oportunidades deportivas y nulas oportunidades culturales. En relación a lo primero, hay una institución denominada “Academia Equilibrio” en la que se practican diferentes deportes y actividades físicas, en general de índole individual, como ser Tae Kwon Do o pilates. En el barrio no hay clubes, y la mayoría de los chicos y chicas van al Club San Cristóbal Central Gallardo, que queda en Ángel Gallardo, Comuna de Monte Vera. En el barrio no hay actividades deportivas ni culturales gratuitas. Incluso, las instituciones educativas que hay son privadas. Las escuelas públicas más cercanas son la N° 42 (Primaria) y la N° 510 (Secundaria), ubicadas en Av. Aristóbulo del Valle y José Cibils. Tampoco los vecinos cuentan con abundantes espacios públicos. Según ellos, hay dos plazas: una es la Plaza Olga Cossettini, que es relativamente nueva y se encuentra en buenas condiciones. La otra es la de la Vecinal que, como ya se dijo, está en estado de abandono. En materia cultural, la Parroquia realiza una vez al año un festival folklórico.