La Vecinal “Ceferino Namuncurá” contiene dentro de su territorio a la totalidad de los barrios Yapeyú y Villa Teresa. Está ubicada en la zona noroeste de la ciudad, y los dos accesos primaros son la Av. Blas Parera y la Circunvalación Oeste. Sus avenidas principales son las mencionadas Hugo Wast, Cnel. Tte. Loza y la Av. 12 de Octubre. En los barrios que integran la Vecinal existen múltiples instituciones que trabajan activamente: la Vecinal propiamente dicha, clubes de fútbol, comedores y merenderos, y las instituciones educativas. Sobre estas últimas, cabe señalar que sobre la Av. 12 de Octubre entre las calles La Pampa y Misiones existe un verdadero polo educativo, ya que allí se encuentran instituciones que contemplan los niveles inicial, primario, medio y superior, y la modalidad de educación para adultos, y todas estas alternativas tanto en el ámbito de la gestión estatal como de la gestión privada. También en ese tramo, en la esquina de Av. 12 de Octubre y Misiones se encuentra la Parroquia Virgen de los Pobres y Beato Ceferino Namuncurá, de la cual depende el complejo educativo privado.

El Encuentro se realizó en la Asociación Deportiva y Social Loyola, más conocida como Club Loyola, ubicado sobre la calle Gobernador Menchaca, media cuadra al norte de la intersección entre las avenidas 12 de Octubre y Hugo Wast. La misma contó con una importante participación de las instituciones de la zona y de vecinos.

El primer planteo que surgió fue en torno al tema del transporte. A los barrios de la Vecinal llegan las Líneas 5 y 15. Al respecto, un vecino recordó que en una época existía la Línea 15 BIS, que con un trayecto más breve conectaba el interior de los barrios con los recorridos de las líneas principales. En cuanto a esto, el vecino reflexionó: “¿Por qué no crear un 5 BIS que haga un recorrido breve que por lo menos te saque a Blas Parera? No digo el servicio completo, pero al menos hasta Blas Parera”. Y agregó: “Desde Tte. Loza hasta Mons. Rodríguez [ya por fuera del territorio de la Vecinal, inmediatamente al norte de la misma] no hay servicio, y son ocho cuadras donde vive mucha gente”.
También se estableció una relación entre la cuestión del transporte y la salud. Un vecino se preguntaba: “¿Para qué querés un hospital nuevo [en referencia al Nuevo Htal. Iturraspe, ubicado en Blas Parera entre Beruti y Gorriti] si no podés llegar?”. Sobre el tema de la salud, puntualmente, los vecinos coincidieron en que el servicio que presta el dispensario resulta insuficiente para la demanda que tiene que atender. Se trata del Centro de Salud Barrio Yapeyú, ubicado en la esquina de las avenidas 12 de Octubre y Tte. Loza. Según los vecinos, el mismo funciona hasta el mediodía, los turnos se consiguen con demoras de hasta dos meses y hay que hacer filas desde la madrugada para ser atendidos.

Por otra parte, se puso en valor la experiencia del trabajo en red de las instituciones. Según una referente institucional, “junto a la Vecinal Ceferino Namuncurá y las instituciones se lograron acuerdos con empresas y la Municipalidad, y se trajo agua potable a 900 familias después de 67 años”. También a través de la red y junto a la Municipalidad se avanzó en obras de cordón cuneta e iluminación.

Sin embargo, por contrapartida, muchos vecinos advirtieron la falta de mantenimiento y la deficiencia de servicios. En esa línea, una vecina destacó la problemática de la conformación de micro basurales, y todos los vecinos coincidieron en que el servicio de recolección de residuos es irregular, y que el camión no entra cuando llueve ni transita por las calles que están en mal estado. Una vecina afirmó: “En mi calle, que es Callejón Público entre Furlong y Menchaca, no hay desagües, y por tanto nos vivimos inundando. Además, no pasa el camión de la basura porque la calle está destruida”. Otra vecina advirtió que en su calle no hay luz hace mucho tiempo, alumnas del EEMPA sostuvieron que las calles de acceso a la institución carecen de iluminación. Incluso, afirmaron que hacía apenas dos meses habían instalado unos reflectores que les fueran donados, y ya fueron robados. Además, agregaron: “roban o rompen la iluminación a propósito para poder robar a estudiantes y docentes a la salida del dictado de clases”.

Sobre estas situaciones los vecinos señalaron el mal o nulo funcionamiento de la delegación de la Municipalidad que incumbe al Distrito Noroeste, planteada en el marco de un proceso de descentralización municipal justamente para una mejor prestación de los servicios de forma localizada. El respecto, referentes institucionales señalaron que “las maquinas están rotas y las que funcionan las llevan a atender otros sectores de la ciudad, como ser por ejemplo la costanera”.
Respecto del problema de la inseguridad, todos coinciden en que es gravísimo. Un vecino asevera: “Desde que se cerró la Comisaría 7ma no hay presencia policial en el barrio”. La mención del vecino hace referencia al hecho de que lo que otrora fuera la Comisaría 7ma es ahora solo un centro de denuncias. Otra, afirma: “Tenemos que recurrir a la Sub 17ma [ubicada en Gorriti y Blas Parera], que carecen de movilidad y queda muy lejos”. A esto se suma el problema de la falta de luminarias, y lo señalado por las alumnas del EEMPA, que relatan que incluso a veces tienen gente caminando por los techos de la institución mientras dictan clases. Afirman que hay un policía que custodia la escuela desde adentro, pero que, a la salida, en horario nocturno, cada uno está librado a su suerte.
En relación a los jóvenes se indicaron varias problemáticas. En primer lugar, la enorme difusión que tiene entre la juventud el problema de la adicción a las drogas y la gran preocupación de los vecinos por la abundancia de narcomenudeo. En segundo lugar, la falta de perspectiva, puesto que muchos no terminan la escolaridad obligatoria y quienes lo hacen no tienen la perspectiva de continuar con sus estudios. Al respecto, el ISP N° 67 tiene una exitosa carrera terciaria de enfermería, pero la demanda es grande y los cupos son limitados, al punto de que van a sorteo. Una vecina señaló: “Hacen falta escuelas de oficios”.

Vinculado a este tema también está el de la falta de oportunidades para el desarrollo de actividades culturales y la práctica de deportes, más allá del fútbol, el cual se realiza en varios clubes de la zona. Un vecino advirtió: “La pileta más cercana es en Don Bosco”. Se rescató en materia cultural la importante tarea que hace el coro de la Parroquia, donde también funciona un grupo de atención a los problemas de adicciones. Sobre las posibilidades para el uso del tiempo libre y el desarrollo de la cultura y el deporte un vecino señaló: “Para los adultos mayores no hay nada”, y una vecina indicó que no hay plazas ni espacios verdes en condiciones donde se pueda pasar el tiempo. Sobre esto, indicaron que los lugares que la Municipalidad destina a tales fines, como ser El Alero (ubicado en Misiones entre Av. 12 de Octubre y Av. Santa Fe) o la Estación de Barrio Villa Teresa, no cumplen un rol de oferta cultural significativa para el barrio.

Sobre el tema de la conectividad a Internet, los vecinos indicaron que a la zona llegan dos empresas: Arnet y Fibertel. Coincidieron en que tiene un costo mensual promedio de $2500, pero que hay lugares a donde no llegan y se debe acceder a Internet por antena, teniendo la instalación de la misma un costo de $8.500. En general, la opinión es que los barrios de la Vecinal no tienen plena conectividad y eso se sintió particularmente durante la pandemia, especialmente en relación a las actividades educativas.

Finalmente, cabe destacar la presencia en la zona, además de la comunidad de la antecitada parroquia, de múltiples templos y comunidades evangélicas, adventistas y de otros credos que cumplen una importante tarea de asistencia espiritual y material para con los vecinos que a ellas concurren.