La Vecinal “Las Delicias” contiene dentro de su territorio al barrio que lleva el mismo nombre. Ubicada en el centro norte de la ciudad, un poco hacia el este, se encuentra a la vera oeste de la Av. Aristóbulo del Valle, unas diez cuadras antes de la calle Facundo Quiroga, la última calle al norte de la ciudad.

La Vecinal “Las Delicias” cuenta con un Centro de Salud, un Centro de Jubilados y un templo evangélico. También en el barrio hay instituciones cuya dimensión abarca a toda la ciudad, como ser el Club Universitario de rugby, el Mercado Frutihortícola, donde trabajan la Cooperativa de Quinteros de Santa Fe y la Sociedad de Quinteros de Santa Fe y la Estación Transformadora Norte de la Empresa Provincial de Energía (EPE), ubicada en la intersección de las avenidas Gorriti y Aristóbulo del Valle.

También el barrio cuenta con una Asociación Vecinal, Las Delicias, donde se realizó el encuentro al cual asistieron fundamentalmente vecinos del barrio y las autoridades de la Vecinal.

Los vecinos comenzaron manifestando cuáles son los servicios que faltan en el barrio, a saber: cordón cuneta, desagües en buen estado, cloacas, más y mejores luminarias y mejorado de las calles. Según relataron, las únicas dos calles asfaltadas son Alfonsina Storni y La Pampa, en un largo de aproximadamente cinco cuadras desde Av. Aristóbulo del Valle hacia el oeste. Señalan que además se han hecho pedidos especialmente por el asfalto en Bv. Funes, que es un boulevard pero que está sin asfaltar. Sobre las luminarias, señalan que falta, y que las que hay no son LED, sino que son las antiguas luces amarillas rompe niebla, que apenas iluminan.

Uno de los vecinos afirma: “Hace 7 años que no se hace nada”. Se refiere al mejorado de las calles, y desarrolla especialmente el problema de los anegamientos de origen pluvial que se generan a partir de dicha situación. Al respecto, señala, “el mayor problema de anegamiento cuando llueve está en Bv. Funes entre 4 de enero y Urquiza. Desde agosto que está pedida la motoniveladora y aún no se ha hecho nada”.

Sobre la cuestión de lo salud, los vecinos explican que el Centro de Salud está abierto de lunes a viernes de 7.30 hs. a 18.00 hs. Sin embargo, sólo hay médico tres días a la semana. En total hay tres médicos y, según los vecinos, se otorgan diariamente siete turnos por médico. Esto implica para los vecinos tener que ir a sacar turno mucho tiempo antes del horario de apertura y, aún así, muchas veces no conseguir. Advierten también que hay dificultad con el acceso de las ambulancias al barrio y los tiempos de espera.

Con la problemática de la salud se entrecruzó la del transporte puesto que, al no haber colectivos de este a oeste y viceversa, los vecinos de barrio Las Delicias no tienen forma directa de ir al Hospital Sayago o al Nuevo Iturraspe. En efecto, el único colectivo al que puede acceder el barrio es la Línea 10, que va por Av. Aristóbulo del Valle. Por allí transitan también los interurbanos que vienen de Monte Vera y Laguna Paiva. Sin embargo, ningún colectivo recorre las calles internas del barrio. Al respecto, los vecinos señalan que hasta hace 2 años había un colectivo denominado “Ronda”, que circulaba internamente por el barrio y que ofrecía conexiones con las Líneas 4, 8 y 14 en la Av. Gral. Paz. También advierten que, si bien los remises y taxis los llevan hasta el barrio, es muy difícil conseguir que los busquen cuando llaman. No identifican la existencia de servicios irregulares de remises. Retomando la relación transporte-salud, un vecino señala: “Un remis hasta el Nuevo Iturraspe sale $500”.

Según los cálculos de los vecinalistas, hoy en Las Delicias viven aproximadamente 5.000 personas. En el marco de la cuestión de la vivienda, advierten que hay muchas tierras donde se ha construido, pero no se puede titularizar, como ser el caso de los terrenos que están “detrás” (hacia el oeste) de la Granja La Esmeralda. También se señala la radicación de asentamientos en tierras usurpadas. Al respecto, un referente institucional señala que en el barrio convive un sector muy marginal y muy vulnerable, en condiciones de pobreza que a veces implican no tener garantizada la alimentación diaria. En ese marco, señala, se dan situaciones de violencia familiar e incluso casos de niños y niñas que no están escolarizados o lo están “a duras penas”. Al respecto, un indicador sobre la situación es el hecho de que al comedor de la Vecinal asisten diariamente 60 personas a buscar alimento para sí y para sus familias. El mismo referente señala también que hay muchas madres solteras con muchos hijos que se dedican a mendigar o incluso a la prostitución.

De hecho, justamente, uno de los grandes temas del barrio es la falta de instituciones educativas. Al igual que la vecina Nueva Santa Fe, Las Delicias no cuenta con ninguna institución educativa de ningún nivel. Las escuelas más cercanas son la N° 42, de Nivel Primario, y la N° 510 de Nivel Secundario. Ambas quedan del lado este de Av. Aristóbulo del Valle y, dependiendo de la zona del barrio en que se viva, pueden distar hasta 20 cuadras para acceder a las mismas. Cabe recordar que no hay circulación interna de transporte público que permita “acortar” esas distancias. Como en todos lados, tanto en esas escuelas como en la de los otros barrios aledaños cuesta mucho conseguir cupo.

Sobre la cuestión de la seguridad los vecinos afirman que se observa muy poco patrullaje, casi nulo. Un referente institucional dijo: “En 10 años que vengo al barrio no nunca un patrullero”. Las modalidades delictivas más frecuentes son los robos en la vía pública desde motocicletas (“motochorros”), tanto en forma de arrebatos como de asaltos. También suceden entraderas, aunque los vecinos advierten que esta era una modalidad más frecuente un año atrás, y que hoy ha disminuido. Una situación particular que advierten los vecinos es que en el barrio hay personas que pasan por los domicilios ofreciendo vender cosas cuyo origen, se sospecha, es producto del robo.

En materia de conectividad, los vecinos señalan que hay un buen servicio. Llegan las empresas Cablevisión y Gigared. Algunos cuentan que pagan $3.000 por Internet y cable, y otros $2.200 por Internet.

Finalmente, en relación a la vida institucional del barrio y las oportunidades de acceso al deporte y la cultura, los vecinos señalan que de las dos plazas que hay, la única que está en condiciones es la que están en frente de la Vecinal. En cuanto a la Granja de la Esmeralda, una de las instituciones más importantes del barrio, los vecinos advierten que no está abierta al público y denuncian su estado de abandono. Por otra parte, por fuera del Club Universitario y algunas actividades que ofrece la Vecinal, no hay en el barrio lugares para la práctica del deporte o el desarrollo de la cultura.