Encuentro de Vecinos, Comerciantes e Instituciones en la Vecinal «Las Lomitas»
04/02/2021
La Vecinal “Las Lomitas”, también conocida como “Las Lomas”, contiene dentro de su territorio a un solo barrio, el cual lleva el mismo nombre y se conoce también de ambas maneras. Se ubica en la zona noroeste de la ciudad, aunque si se toma el centro geográfico de la misma, se ubica apenas hacia el norte, aunque claramente en el extremo oeste. Si bien su territorio es de gran extensión, una pequeña parte del mismo se encuentra poblado, ya que la Circunvalación Oeste es el último límite geográfico hacia ese punto cardinal, y después de la misma se encuentra el relleno sanitario municipal.
El Encuentro se realizó en una de las instalaciones de las dos copas de leche que el Movimiento Los Sin Techo tiene en el barrio, en este caso en aquella que está ubicada en Gdor. Menchaca y Estanislao Zeballos, en el ingreso principal al barrio. Además de estas dos copas de leche, el Movimiento cuenta con un jardín de infantes con dos aulas, un centro de salud y una sala de informática. Además, el Movimiento presta algunas de sus instalaciones a otras organizaciones que trabajan en el barrio. Por otro lado, Las Lomas cuenta con un Centro de Atención Primaria de la Salud, las aulas radiales de la Escuela “Martín de Porres”, la secundaria “8 de Marzo”, la Estación Municipal y la presencia en el barrio del trabajo que realiza el Movimiento de Trabajadores Excluidos, en el cual hay una importante participación de los trabajadores denominados “carreros”. También el barrio cuenta con una capilla católica, llamada Nuestra Señora del Rosario del Salado. Una característica particular de las Lomas es que gran parte de su población pertenece a la comunidad Qom.
Al Encuentro asistieron representantes de instituciones y vecinos, y participaron también vecinos que son representantes de la comunidad Qom que vive en el barrio, integrando de esta manera una participación representativa de la fisionomía demográfica que allí habita.
Nube de problemas detectados
El barrio tiene muchas carencias, y así lo manifestaron los vecinos. Desde el punto de vista de los servicios, el barrio tiene agua, si bien algunos manifestaron que no siempre es de calidad. En cuanto a la luz eléctrica, sólo existe el tendido público y la línea para proveer a las casas, pero la instalación de las así llamadas “bajadas” nunca se hizo. En ese sentido, todo el barrio se encuentra conectado de forma irregular al servicio de luz eléctrica. Esto trae muchos problemas ya que, como manifestó una vecina, “al no ser clientes de la Empresa Provincial de Energía, cuando sucede un corte no hay quien reclamarle”. Tampoco al barrio llegan facturas por el cobro del agua, y no hay conexión al gas natural.
Absolutamente todos los vecinos coincidieron en la problemática del transporte público. Al barrio no llega ninguna línea de colectivo, y ninguna pasa en una cercanía razonable. Los vecinos que quieran hacer uso del servicio deben caminar entre 15 y 20 cuadras para llegar hasta la Av. Blas Parera, por donde pasan las Líneas 5, 9 y 15. Lo propio deben hacer para volver: bajar sobre Av. Blas Parera y caminar la misma distancia. Tampoco hay acceso a un servicio de remises y taxis de calidad. Todos los móviles que circulan por el barrio o llegan hasta el mismo son de empresas irregulares. Una vecina manifestó que, si se toma un taxi o remis debidamente registrado, el mismo la lleva hasta Av. Blas Parera y de allí debe tomar uno irregular para que la lleve hasta el barrio. El principal motivo que se aduce para “no entrar” es la inseguridad.
Según los vecinos, desde el Estado municipal se les dijo en algún momento que la falta de colectivos estaba asociada al estado de las calles del barrio. Sin embargo, en esta materia la situación también es muy deficiente y no se observan avances. Según los vecinos, la única calle debidamente asfaltada y con un mantenimiento mínimo es Estanislao Zeballos. Un vecino manifestó que es preocupante que al menos Boneo no tenga las mismas condiciones, ya que allí se encuentra el Centro de Salud y es por donde ingresa y egresa la ambulancia. El resto de las calles con suerte tienen un ripiado o son de tierra, sin mantenimiento. Esta situación se da especialmente en los pasajes que atraviesan el barrio de sur a norte. En esos lugares tampoco hay desagües ni cordón cuneta. Apenas un zanjeo irregular. El barrio tampoco cuenta con servicio de cloacas. Sobre el estado general del barrio, un vecino fue taxativo: “Excepto por Zeballos, después del ‘94 no se hizo nunca más nada, salvo algún tendido eléctrico”.
Un párrafo aparte merece el estado de la calle Gdor. Menchaca. Se trata de una calle ancha, por algunos incluso identificada como avenida. La misma tiene un problema histórico que es la del enorme zanjón que la divide en dos: un desagüe a cielo abierto de varios metros de ancho y de profundidad, que obstruye la circulación normal por esa calle, el paso de un lado a otro por las perpendiculares en muchas esquinas y que, además, se encuentra lleno de basura y de aguas servidas y estancadas, lo que genera olores y es fuente de contaminación del aire y de presencia de mosquitos, moscas y roedores. Se trata de un reclamo histórico de gran parte del cordón noroeste. Si bien actualmente se está llevando a cabo una obra en esa materia, la cual articula el trabajo de Municipio, Provincia y Nación, la misma se extiende entre Avenida Gorriti y calle Larrea, varias cuadras al norte de la altura en la que está el Barrio Las Lomas.
Otro de los grandes temas que plantearon los vecinos fue el de la propiedad de la tierra y la situación catastral del barrio. Si bien la gran mayoría de las familias viven allí hace al menos 30 años, ninguna es propietaria. Por su parte, la comunidad Qom reclama una forma de propiedad comunitaria que abarque a todos sus integrantes. Tanto los vecinos como las instituciones relatan que lo más cercano que se ha hecho en la materia ha sido el censo del Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBap), el cual se hizo hace aproximadamente dos años y que tiene por finalidad entregar un “certificado de vivienda”, el cual sirve luego para tramitar algunos planes y beneficios que brinda el ANSES. Sin embargo, muchos vecinos no fueron censados porque no accedieron a ello o simplemente porque no estaban, y aún así se aduce que con el paso del tiempo la situación demográfica y habitacional se ha modificado bastante. En materia de vivienda, cabe señalar, es insoslayable la tarea que en este barrio ha realizado el Movimiento Los Sin Techo, el cual ha dotado al barrio y a sus familias de 370 casas desde el año 1992. Otro problema importante en relación a la vivienda es el hecho de que sólo las calles principales del barrio están nominalizadas (Hernandarias, Estanislao Zeballos, Boneo, Espora), no así los pasajes que la atraviesan de sur a norte. Sin embargo, ni siquiera las calles nominalizadas están numeradas por lo que, como dijo una vecina, “no sabemos dónde vivimos”.
Otro problema importante es el acceso al comercio. Según el relato de los vecinos, en el barrio solo hay negocios que venden víveres. Para acceder a productos y comercios de otro tipo, como ser ferreterías o farmacias, entre otros, los vecinos de Las Lomas deben trasladarse a Barrio Cabal o incluso ir hasta la Av. Blas Parera.
En materia de seguridad, el barrio no escapa a la problemática general de la ciudad. Si bien algunos vecinos afirman que ahora “está más tranquilo”, puesto que antes eran recurrentes las balaceras a cualquier hora del día, lo cierto es que Las Lomas cuenta con un solo destacamento policial, el cual consiste en un conteiner que ni siquiera está ubicado en el barrio, ya que se encuentra sobre la calle Gdor. Menchaca pero del lado de Barrio Cabal. Según los vecinos, los pocos policías que hay allí no pueden abandonar el puesto y por tanto apenas se limitan a pedir refuerzos, los cuales tardan en llegar. Es un pedido generalizado que haya un destacamento dentro del barrio. Según relatan algunos vecinos, había un proyecto para instalar uno a donde ahora está la Estación B° Las Lomas de la Municipalidad, pero esto nunca se hizo. También demandan una presencia policial mínima en las calles, la cual es inexistente.
A este tema se vincula también el del narcomenudeo, otro problema transversal a la ciudad al cual Las Lomas no escapa. Según los vecinos, es enorme la cantidad de venta, tanto que vienen de otros barrios a comprar allí. La modalidad mayoritaria de venta es a través de “kioscos”, es decir, lugares fijos donde se sabe que se vende la droga. También hay mucho consumo, especialmente en los más jóvenes.
En relación a la salud, como ya se dijo, el barrio cuenta con un Centro de Atención a la Salud Primaria que recientemente ha sido refaccionado y cuyas instalaciones son amplias, al menos en comparación a otros que hay en la ciudad. El mismo funciona de lunes a viernes de 8.00 hs. a 13.00 hs., y cuenta con el servicio de una traductora Qom para aquellas personas de la comunidad que se comunican en ese idioma. Dicho Centro depende de la Red Provincial de Emergencias y Traslados, más conocida como “107”, para tener una ambulancia, la cual puede demorar hasta dos horas en venir, según los vecinos. También el barrio cuenta el Centro de Salud del Movimiento Los Sin Techo, el cual realiza una tarea de prevención sanitaria con las familias que habitan en las viviendas del Movimiento. Además, Los Sin Techo realizan talleres de prevención a las adicciones con niños y niñas de 8 a 12 años. Si bien quienes los guían saben que a partir de los 12 es la edad crítica para el consumo, explican que no tienen la capacitación ni las condiciones necesarias para asistir a los y las jóvenes a partir de esa edad.
Otro gran problema del barrio es el de la basura. Al estado del zanjón de Gdor. Menchaca mencionado más arriba, se agrega que el servicio de recolección sólo pasa por las calles principales, ingresando al barrio por Zeballos y saliendo por Boneo, dejando así a gran parte del barrio sin el servicio. Tampoco hay contenedores o algún sistema o logística que permita paliar este déficit. Además, muchos vecinos cuentan que, en la parte oeste del barrio, en la bajada de la Circunvalación, muchas personas pasan a tirar basura de todo tipo: escombros, comida, animales muertos, residuos patológicos, etc. Esto genera enormes basurales a cielo abierto altamente contaminantes, lo cual se complementa con la quema de basura a los fines de eliminarla, lo que libera sustancias tóxicas para la salud de las personas. Una vecina, atinadamente, observó que en el relleno sanitario se cobra para dejar allí los propios residuos, y propuso que sería una buena idea que dicho acceso sea gratis, a los fines de que las personas dejen allí sus residuos y no a la vera de la Circunvalación.
En cuanto a la conectividad, al barrio no llega la fibra óptica. En consecuencia, el servicio de cable es brindado a través de conexiones irregulares y el de Internet por antena. Ambos funcionan de manera deficiente. El Centro de Salud no tiene acceso a Internet y tampoco las salas de computación presentes en el barrio.
En relación al uso del tiempo libre, la disponibilidad de espacios verdes y la oferta cultural, los vecinos coinciden en que en el barrio no hay casi nada. En materia de espacios verdes, sólo hay un playón abandonado que en algún momento se había planificado como una posible plaza con un espacio deportivo. Más allá de que haya descampados o lugares que puedan ser utilizados a tales fines, el barrio no cuenta con plazas, parques ni espacios públicos para el uso del tiempo libre o la realización del deporte. Todos coinciden que las únicas propuestas culturales vienen de las iglesias (tanto la católica como la evangélica, teniendo la primera un nutrido grupo Boys Scouts) y de la Estación Municipal, que ofrece algunos talleres. En cuanto al deporte, sólo se juega al fútbol en los lugares donde haya espacio libre para ello.
Finalmente, como ya se señaló, un porcentaje importante del barrio pertenece a la comunidad Qom. Esto es algo destacable puesto que en la mayoría de los barrios de Santa Fe no se da este tipo de conformación demográfica pluricultural tan explícita. Esta comunidad conserva sus costumbres, su idioma y su idiosincrasia. También dicha presencia ha llevado a normalizar en el léxico del barrio la expresión “los criollos”, para referirse a aquellos vecinos que no son parte de la comunidad. Si bien la gran mayoría de la población afirma que la convivencia es pacífica, durante la reunión surgieron algunos debates que muestran que la integración cultural de un lado y de otro sigue siendo un importante desafío, y es un tema a atender. De hecho, la comunidad Qom tiene algunos reclamos puntuales que deben ser atendidos para la salvaguarda de sus derechos, como ser el de la existencia de escuelas bilingües en la zona, o de que en los hospitales cercanos u otros servicios importantes del estado haya traductores, que permitan una interlocución fluida entre las personas y así una eficaz prestación de los servicios. En relación a los pasos que ya se han dado en el camino de la integración, y que tampoco pueden ser soslayados, el Presidente de la Vecinal, miembro de la comunidad Qom, señaló que la Comisión Directiva de la misma “está integrada por Qoms y criollos”, y que ello ha reportado algunos beneficios para el barrio.
En relación específicamente a la cuestión de la Vecinal, el Presidente afirma que la misma tiene una sede física pero que esta está usurpada. En cuanto a la Comisión, la misma se conformó recientemente luego de muchos años de no estar en funcionamiento.