Encuentro de Vecinos, Comerciantes e Instituciones de la vecinal «12 de Octubre»

15/09/2022

La Vecinal “12 de Octubre” se encuentra en la zona suroeste de la ciudad de Santa Fe. Es parte de las barriadas que suelen conocerse bajo el nombre “Santa Rosa de Lima”, en referencia al barrio tal vez más emblemático de dicha zona.

Además de la Asociación Vecinal, en el barrio hay un templo evangélico, la Capilla Corazón de María y algunas asociaciones civiles que tiene por función principal la de ser comedores o merenderos.

El Encuentro se realizó en la Asociación Vecinal y contó con una nutrida convocatoria en de vecinos.

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Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Lisandro de la Torre
Sur: Pasaje Mitre
Este: Pasaje Mitre
Oeste: Av. Circunvalación

Nube de problemas detectados

Como es sabido, está zona fue una de las más afectadas por la inundación del año 2003. Seguramente por eso el planteo de los vecinos es que “cuando llueve se sigue inundando”. Cuentan que, paradójicamente, donde más se inunda es donde hicieron las calles nuevas, seguramente por alguna imperfección en la obra. Dicen también que no hay bocas de tormenta, por lo que el agua no tiene una vía rápida por la cual escurrir.

Además, el estado de las calles es muy malo. No todas tienen asfalto y en todos los casos faltan obras de mejorado o mantenimiento, más allá de que en al momento de realizar la reunión se están realizando algunas obras en ese sentido. También se observan deficiencias en los puntos donde cruza la vía. En Moreno, particularmente, no cualquier vehículo puede pasar sin chocar su parte inferior contra los rieles. Precisamente por el estado de las calles el camión de la basura no entra o circula de forma limitada. Eso hace que se acumule basura en las esquinas y baldíos, lo que lleva a la formación de microbasurales. Un vecino admite: “tiramos la basura a la calle porque no pasa el recolector”. También cuentan que periódicamente viene una máquina a juntar esos basurales, pero que para ese entonces “los perros ya desparramaron todo”, además de que proliferan insectos y roedores. En este marco, agregan que en una ocasión asaltaron a la persona que viene a realizar dicha tarea con la máquina, lo que claramente dificulta la continuidad de ese servicio.

En materia de higiene y ambiental hay otra problemática grave, y tiene que ver con la circulación del Ferrocarril Mitre que atraviesa el barrio, y a la vera de cuyas vías se han edificado viviendas. Más allá de los peligros que esto conlleva, de los movimientos de tierra y la contaminación sonora, también hay un problema de sanidad. Sucede que en múltiples ocasiones el tren es asaltado. Se disponen mecanismos para que descarrile o frene, y se abren los contenedores para robar la soja. En este proceso muchos granos de soja caen al costado de la vía, y se juntan con la basura ya presente en el lugar. Con el paso de los días la soja se pudre, lo que produce olores nauseabundos y presencia de roedores e insectos. Una vecina que vive ahí afirma: “En la zona de la vía es un chiquero”. Otra agrega en relación a la misma situación: “Cuando llueve no se puede respirar”.

En relación a los servicios, el barrio no tiene ni cloacas ni gas natural. Las luminarias públicas son deficientes. Tampoco hay buen acceso al transporte ya que ninguna línea entra. Hay que ir hasta Av. Mosconi para tomar la Línea 2 o a la Plaza de Santa Rosa de Lima para tomar la Línea 18. Además, los taxis y remises entran poco, fundamentalmente por razones de seguridad. Hay circulación de remises irregulares. Respecto de la conectividad, los vecinos afirman que hay servicios de cable e Internen clandestino. Algunos señalan que pagan $1.100 al mes, otros $2.900 por el servicio que va por antena. “Anda mal” es la conclusión generalizada.

En cuanto a la salud, el barrio no tiene Centro de Asistencia a la Salud Primaria. Esto es una pérdida, porque antiguamente sí había uno allí mismo donde se emplaza la Vecinal. En consecuencia, los vecinos tienen que ir o al de Santa Rosa de Lima al de Roque Saénz Peña. Para cuestiones de mayor complejidad o urgencia, el Hospital Cullen se encuentra cerca, aunque no hay buen acceso por el déficit de transporte ya explicado.

En materia de seguridad, el barrio depende de la Sub Comisaría 2da. Hay mucha disconformidad con los vecinos con el funcionamiento de la misma. No se observa patrullaje y no hay confianza de la ciudadanía en la policía. Esto es algo que se ha relevado en varios barrios: la gente no denuncia porque aseguran que la policía los delata, y luego deben padecer las consecuencias de ello. Ante la pregunta por las modalidades delictivas, un vecino responde jocosamente: “todo”. Sin embargo, hablando en serio, dicen que son habituales las entraderas a cualquier hora y también los tiroteos.

Sobre la vida institucional del barrio, los vecinos también realizan consideraciones preocupantes. En primer lugar, señalan que la vecinal “no funciona”. Dicen que no cobran la cuota – por ende, la gente no puede participar – y que la última vez que hubo elecciones fue hace 6 años. Afirman que “es necesaria una nueva comisión”.

Las instituciones más activas del barrio son el templo evangélico, la capilla y los comedores o merenderos. En los primeros dos hay actividades y nuclean a muchos jóvenes. Algunas de esas actividades son apoyo escolar, clases de guitarra y formación en peluquería. En la reunión está presente la Asociación Civil “Los Coperos”, quienes tiene una copa de leche en la cual asisten a 200 chicos registrados. Afirman que para eso la Tarjeta Institucional les otorga $70.000 mensuales. Si se calculan solo los días hábiles son $17,5 por chico diariamente. Advierten que con la Tarjeta hay un problema y es que habilita para comprar en algunos pocos lugares, “y no son los más baratos”.

En relación a lo deportivo, los vecinos destacan como lugar de referencia central el Club La Casita de Santa Rosa. También algunos chicos juegan en Newell’s de Barrio Roma y hay una cancha detrás de la escuela Monseñor Zaspe que se usa. Sin embargo, los vecinos comentan que en general los espacios públicos no se utilizan porque son peligrosos a causa de los tiroteos. Denuncian una ausencia casi total de propuestas culturales.

Todo esto se agrava si se considera la enorme cantidad de consumo y venta de drogas que hay en el barrio, especialmente en las personas más jóvenes. Esto es un flagelo que se observa en todos los barrios de la ciudad, pero que se agudiza en los sectores más postergados.

Finalmente, el barrio cuenta con una escuela que es la Monseñor Zaspe. Los vecinos afirman que hay cupo y que los chicos van. Sin embargo, observan también que hay muchos chicos que no están yendo a la escuela, ya no solo del nivel medio sino también del nivel inicial.

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