Vecinal «Altos de Noguera»: Reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones de vecinal en el marco de «Santa Fe 450»

19/04/2023

Mirá las más de 80 reuniones en: Facebook o Instagram.

La Vecinal «Altos de Noguera» abarca una amplia área en el centro norte de la ciudad de Santa Fe. Su límite norte, Facundo Quiroga, marca la frontera entre Santa Fe y la zona que pertenece a la ciudad de Recreo. Dentro de esta extensión, los vecinos identifican al menos dos barrios: «Altos de Noguera» al sur y «Punta Norte» en el extremo norte.

En el territorio vecinal se encuentran diversas instituciones educativas, religiosas, dependencias del Estado y sociales. Sin embargo, su distribución no es equitativa, lo que significa que algunas zonas tienen más acceso a oportunidades que otras. Un ejemplo de ello es Punta Norte, un barrio que surgió como resultado del traslado de vecinos afectados por las inundaciones en 2003.

El Encuentro tuvo lugar en la Plaza Carlos Fuente Alba, ubicada en Punta Norte, y contó con una destacada participación de los vecinos de la zona, de parte de Fundación Centro asistió el profesor Pedro Medei.

Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Facundo Quiroga
Sur: Callejón roca
Este: Dr. Zavalla
Oeste: S.N.

Nube de problemas detectados

Como se dijo en la introducción, la zona – en su gran extensión – presenta realidades disímiles. Tal vez lo primero que haya que decir – y los vecinos lo señalaron – es que posiblemente sea necesario crear una nueva asociación vecinal que represente a los vecinos de Punta Norte. Esto permitiría dividir la extensión del territorio, a la vez que tendería a corregir parcialmente un problema actual que es, según los vecinos, la ausencia de una sede vecinal y la falta de acción vecinalista en el barrio. Sin embargo, como cosa general, al igual que todos los barrios del extremo norte de la ciudad, Altos de Noguera se encuentra “lejos de todo».

En relación a esto último, el primer problema que los vecinos plantean es justamente el del transporte. El barrio tiene una sola línea de colectivo que es la 11, y que cuando llueve no entra en barrio y tampoco lo hace después de las 22.00 hs. En resultado es, en ambos casos, la necesidad de ir hasta la Av. Peñaloza o bajarse en la misma en horario nocturno, con los riesgos que eso significa. La relación entre la Línea 11, la lluvia y los barrios del norte es todo un tema. Lo mismo se ha planteado en otras reuniones. Muchas veces Av. Peñaloza se inunda de tal forma que el 11 directamente sale desde Favaloro por Av. Aristóbulo del Valle, dejando a muchísimos vecinos sin acceso al servicio. Además, no hay una línea de colectivos que lleve a los vecinos de manera directa a la zona oeste (donde están los Hospitales Iturraspe y Mira y López), ni a la zona este (donde está el Ministerio de Desarrollo Social o la costanera). La única vinculación es con el centro, al cual demoran más de una hora en llegar tomando el colectivo. Además, sostienen que las unidades son de mala calidad, viajan hacinados y están siempre sucias.

En relación a la infraestructura, hay algunas calles de la zona denominada “Altos de Noguera” que están asfaltadas. No todas. En Punta Norte hay muchas calles ripiadas, pero sin ningún mantenimiento. Lo podemos observar durante la propia reunión, la polvareda que levantan los autos y el colectivo cuando pasan los vecinos dicen que en un punto “ya se vuelve insoportable”. Además, son muy difíciles de transitar y más cuando llueve. En cuanto a las luminarias, Punta Norte al menos es una zona oscura. No hay luces LED, hay muchas luminarias que están rotas, quemadas o directamente que faltan. Los vecinos aducen que este es uno de los principales problemas.

En materia de servicios, el barrio tiene agua corriente y luz eléctrica. No así gas natural ni cloacas. El camión recolector de basura pasa todos los días a las 7 a.m., pero muchos vecinos eligen sacar la basura en otro horario o amontonarla en algunas esquinas. Esto hace que se generen micro basurales. Sin ir más lejos, tanto en las esquinas norte como sur de la plaza donde realizamos la reunión hay micro basurales consolidados. Los vecinos cuentan que por más que de vez en cuando venga la máquina retroexcavadora a limpiarlos, rápidamente se vuelven a generar.

En relación a esto, la plaza está destruida. Lo dicen los vecinos y lo vemos nosotros. Una plaza que hace un año no estaba así, pero fruto del abandono hoy tiene basurales en las esquinas, los pastos altos y los juegos rotos.

En materia de salud, sucede lo siguiente. Existe un Centro de Salud que se llama “Altos de Noguera” pero queda en Barrio Favaloro. En todo el territorio de la Vecinal Altos de Noguera no hay Centro de Salud, y los vecinos tienen que ir al de Favaloro. Afirman que la atención no es buena, especialmente en la asignación de los turnos. Hay que ir en horas de la madrugada, entregan hasta 20 turnos por día y muchas veces no se consigue. Afirman que hasta hace 2 meses había personas que cobraban por ir a sacar turno, pero esto dejó de suceder porque al advertir la situación, el Centro de Salud dejó de entregar turnos en cantidad a una sola persona. Sin embargo, advertir el hecho sirve para tomar dimensión de la problemática real que constituye este fenómeno de los turnos, y que atraviesa prácticamente a todos los centros de salud de la ciudad. Lo propio con los turnos para derivaciones a los hospitales, que se dan con al menos dos meses de demora. En general, los vecinos afirman que prefieren ir la Hospital Protomédico, de la vecina ciudad de Recreo.

En cuanto a la seguridad, el barrio depende de la Sub Comisaría 14. Los vecinos afirman que hay muchos delitos a la mañana temprano, cuando la gente se va a trabajar y los chicos a la escuela. También en horario de la siesta, cuando “en la calle no hay nadie”. Y por supuesto a la noche, cuando la gente tiene que bajarse el colectivo en Av. Peñaloza y caminar. La modalidad delictiva más común son los asaltos y los arrebatos, mucho de ellos desde motos (“motochorros”). Afirman que de vez en cuando también hay tiroteos.

En relación a la cuestión educativa, los vecinos sostienen que son pocas las escuelas que tienen cerca. La mayoría están más cerca de Gorriti. En la zona del territorio vecinal quedan la N° 48 y la N° 599.

Los vecinos plantean algunos problemas más. Uno de ellos es la señalización de las calles, que están totalmente ausente. “Cuando viene alguien a vernos no sabe a dónde ir”, argumentan. Es una zona donde realmente es difícil orientarse si no se la conoce, también si se tiene en cuenta que hay calles o pasajes con números realmente complejos, incluyendo decimales. Otro de los temas es la falta de espacios verdes. La plaza, como se dijo, está destruida. En frente hay una pequeña cancha de fútbol, que es el único lugar que hay. Además, en el extremo norte del barrio había una zona destinada a parquización que hoy está tapada de escombros que son el desecho de obras municipales, según cuentan los vecinos.

Uno de los grandes problemas que los vecinos señalan es el del trabajo. Afirman que hacen falta cooperativas. Señalan que en el barrio hay mucho por hacer, y mucha gente dispuesta a trabajar y capaz de hacerlo, pero faltan oportunidades. A modo de ejemplo, advierten que no hay una cuadrilla que haga mantenimiento.

Como se dijo en la introducción, el barrio es un barrio joven porque tuvo sus primeros habitantes entre los años 2004 y 2005, como el fruto del traslado de vecinos inundados en el año 2003 que fueron traslados. Al respecto, un aspecto positivo es que los vecinos cuentan que el proceso de escrituración va bien. Muchos vecinos ya tienen sus escrituras y, quienes aún no, la cuestión está en trámite.