La Vecinal «Candioti Zona Sur» es una de las zonas más emblemáticas de la ciudad de Santa Fe; desde Fundación Centro seguimos preparando el regalo para la Ciudad por el aniversario 450 de su fundación. El barrio de Candioti Sur se encuentra en la zona centro-este de la ciudad, limitando al este con la Av. Alem, al oeste con la zona del antiguo puerto (hoy en día una zona inmobiliaria y comercial) y al norte con el Bv. Gálvez, un paseo típico de la ciudad.

En Candioti Sur hay varios lugares destacados, como el Colegio La Salle Jobson, la Plaza Pueyrredón, la Cervecería Santa Fe y la planta potabilizadora de agua de Aguas Santafesinas, que provee agua a casi toda la ciudad. Además, desde hace algunos años, la zona se ha convertido en un lugar de vida nocturna, especialmente de locales gastronómicos.

La Asociación Vecinal es otra institución importante en el barrio y es el lugar donde se llevó a cabo el Encuentro preparando el regalo por el aniversario 450 de la ciudad. El evento contó con la participación de gran parte de la Comisión Vecinal, así como algunos vecinos.

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El barrio posee todos los servicios. Sin embargo, los vecinos observan agudamente: lo que parece una ventaja con respecto de otros barrios, en el marco de la falta de planificación termina generando problemas. Los vecinos sostienen: “Santa Fe es una ciudad que no tiene planificación de acá a 30 años”. Y se explican de esta manera: la ciudad ha crecido muchísimo, pero sus condiciones geográficos (limita con el río al este, al oeste y al sur) solo puede crecer para el norte. Sin embargo, ante la falta de una planificación que lleve los servicios necesarios para una vida digna a las zonas de la ciudad donde esta podría crecer, los negocios inmobiliarios se han volcado fuertemente sobre lugares como Candioti. De esta manera, el barrio ha crecido “para arriba”, esto es, con edificios, y esos mismos servicios que en otros lados faltan, en Candioti empiezan a estar saturados. La Vecinal aporta el dato: para el Censo del 2010 la ciudad había crecido un 4%, pero Candioti había crecido un 45%.

Afirman además que, al crecimiento inmobiliario, le ha seguido “una segunda etapa de crecimiento”, que es la de la incorporación de la nocturnidad. Sostienen que afecta a un pequeño porcentaje de la población del barrio, “pero para ese vecino que está al lado del bar y tiene ruido todas las noches, es el 100%”.

Otro fenómeno que observan con preocupación es la falta de participación y compromiso comunitario. Analizan que esto tiene dos causas: 1) que muchos gobiernos (locales o provinciales) han generado instancias de participación ficticias, en las que “hacen como que escuchan al vecino” pero en realidad terminan decidiendo lo que quieren; 2) señalan que ha habido muchos Ejecutivos municipales que han tenido la intención explícita de destruir al vecinalismo. Entre una de las consecuencias, afirman, está lo que ha pasado con el puerto: “no hemos tenido la capacidad de hacernos escuchar respecto de qué queríamos con el puerto, y hoy está lleno de torres”. Reconocen que hace falta una participación más activa de los vecinos, pero también afirman que los canales reales de participación solo pueden ser creados por el gobierno.

Respecto del puerto, afirman que “no se entiende lo que se quiere hacer”. Originalmente “se lo abrió a la ciudad”, en el sentido de la perspectiva, el paisaje y el acceso. “Pero ahora se lo cierra” con todos emprendimientos inmobiliarios y comerciales que se han instalado.

Otro de los temas que plantean está vinculado al Mercado de Progreso, un espacio municipal ubicado en frente a la Plaza Pueyrredón. Sostienen que el barrio siempre pensó que allí debería hacerse un espacio deportivo para que las escuelas públicas del barrio puedan hacer educación física. Lo que sucede es que en el barrio y en la zona hay un fuerte contraste entre escuelas privadas con importantes espacios para la práctica del deporte, y escuelas públicas que tienen que irse hasta el polideportivo de la Costanera para poder hacer educación física. En este marco, una vecina formula una propuesta: que las escuelas de gestión privada subvencionadas y las de gestión oficial con espacios deportivos, deberían abrir sus espacios a la comunidad, especialmente los fines de semana.

En torno al Mercado, también plantean que la parte que está sobre calle Ituzaingó está completamente abandonada.

Para hacer deporte, por fuera de lo señalado en el marco de la educación formal, los jóvenes del barrio asisten a los clubes de la zona, especialmente Regatas. Sin embargo, también está la así llamada “Plaza Candioti”, que se ubica en frente de la Vecinal y donde se ha construido un skate park y una cancha de básquet, como fruto del Programa “Presupuesto Participativo” implementado por gobiernos anteriores. Esa plaza es muy concurrida por jóvenes que se reúnen a diario a jugar al básquet, utilizar el skate park o hacer competencias de freestyle. Los vecinos sostienen que “no es lugar”. Los ruidos que se generan son muy molestos y afectan al descanso de quienes viven en las inmediaciones.

Respecto de dos grandes empresas que hay en el barrio, la Cervecería Santa Fe y la Pollería San Andrés, los vecinos plantean que la primera es un ejemplo en su relación con los vecinos. Así, cuando se producen olores extraños al habitual que genera la producción de cerveza, la empresa se encarga de comunicarle a la comunidad el origen y las razones. Todo lo contrario, dicen, respecto de la segunda empresa mencionada.

En cuanto al estado general del barrio, los vecinos dicen que estado de las calles es “lamentable”, y que los pocos empedrados que quedan no los mantienen. La iluminación es regular, y consideran que es necesaria podar árboles porque estos tapan la luz. También dicen que hay muchos lugares donde pasan camionetas que tiran basura, especialmente en Av. Alem y en los baldíos.

Sobre el tema seguridad, el barrio depende de la Comisaría 3ra. Los vecinos explican que hay períodos. A la tranquilidad se sucede la inseguridad, y cuando esto es así las modalidades delictivas más comunes son robos desde motos (“motochorros”), entraderas y arrebatos. También advierten que hay mucha gente viviendo en la calle, cosa que ya fue advertida en otras reuniones en barrios céntricos o residenciales de la ciudad. No hay cámaras de seguridad públicas y tampoco los vecinos se han organizado en torno a alarmas comunitarias.

Finalmente, otro de los temas del barrio son los graffitis. En efecto, si se recorre el barrio, se puede observar que buena parte de las paredes están “grafitteadas”. Por más que muchos consideren esto un arte, lo cierto es que cuando se hace sin permiso o en propiedades privadas constituye un acto de vandalismo. Las paredes de sede Vecinal son una muestra de ello.