La Vecinal “El Tránsito” corresponde al barrio que lleva el mismo nombre. Se encuentra ubicada en la zona noroeste de la ciudad, a la vera de la Av. Blas Parera.

En ella se encuentra la iglesia que le da el nombre al barrio, y además un club de fútbol que pertenece la Liga Infantil de los Barrios, denominado “Atletas de Cristo”. También hay dos clubes tradicionales de la zona, el Club French y el Club de Bochas “Los 40”, denominado así porque en su origen fundacional fueron 40 socios los que le dieron inicio y durante mucho tiempo solo podían participar de sus actividades estos 40 socios o sus sucesores. También, al lado del club, está la Asociación Vecinal.

El Encuentro con Fundación Centro se realizó en el Club de los 40 y participaron representantes de las instituciones y vecinos. Entre los asistentes se encontraban figuras culturales de la zona y la ciudad, como ser la cantante de folklore Karen Ynvinkebried y el gran artista Roberto Favaretto Forner.

El malestar de los vecinos es grande a causa de la inseguridad y también de las condiciones del barrio y la calidad o falta de servicios según le hacen saber a Fundación Centro.

En relación a lo primero, el barrio depende de la Comisaría 10ma. Sin embargo, se observa escaso o nulo patrullaje, “salvo cuando pasa algo grave”. Las modalidades delictivas más comunes son arrebatos, robos desde motos (“motochorros”) y entraderas. También ser observan actos delictivos en los horarios de entrada y salida de las instituciones, especialmente las escuelas. Al respecto, una vecina sugiere: “Sería bueno que haya policía en los horarios de entrada y salida de los colegios”. También se observa narcomenudeo y muchos jóvenes que no parecen tener ocupación, situación cada vez más difundida en la ciudad y que realmente es preocupante.

Con el fenómeno de la inseguridad se entrecruzan cuestiones vinculadas a las condiciones del barrio y los servicios públicos. Por ejemplo, los vecinos coinciden en que hay muy mala luminaria pública, y afirman que el desmalezamiento “solo lo hacen los frentistas”.

El barrio tampoco tiene gas natural ni cloacas. Sobre esto último, la mayoría de los vecinos sostienen que esta es una prioridad. Los pozos negros están saturados y con las lluvias muchos rebalsan. Esto afecta a la calidad de vida del barrio a su sanidad, a lo que se suman la formación de microbasurales que – según los vecinos – tiene más que ver con la desidia de la gente que con el servicio, ya que el camión recolector pasa diariamente.

Un tema importante se plantea en relación a la cuestión del servicio de luz eléctrica en los hogares. Si bien el mismo existe, son muy frecuentes los cortes de luz, tanto en verano como en invierno, y los mismos abarcan a los domicilios particulares como a la vía pública. Esto no sucede en todo el barrio, pero sí en algunos sectores donde la situación es tan recurrente que afecta de manera directa a la calidad de vida de quienes viven en ellos.

Por contrapartida, los vecinos afirman que los servicios de conectividad y cable (privados) que llegan al barrio son buenos, y que esto no presenta mayores problemas.

Otro reclamo importante es por las zanjas y el zanjeo. Muchas están tapadas, y hay calles donde la motoniveladora las ha tapado, dejando además a la calle por debajo del nivel de la zanja. Esto en definitiva lo que produce es que los desagües no cumplan su función, y por tanto cuando llueven se inunda calles y casas. Un vecino afirma que los desagües de las manzanas todavía no están conectados del desagüe Larrea, y que esto también genera problemas de inundaciones pluviales. Se entiende, por lo dicho, que en la mayoría de las calles tampoco hay cordón cuneta.

El estado de las calles tampoco es bueno. Apenas algunas asfaltadas y el resto de tierra y sin mejorados. Además, los vecinos explican que en la zona funcionan empresas que hacen llegar camiones de gran porte, con cargas muy pesadas, los cuales a veces permanecen allí estacionados durante toda la noche. De hecho, efectivamente, al finalizar la reunión pudimos observar uno de estos camiones pasar. Esto genera destrozos en el estado de las pocas calles que tienen asfalto, y los vecinos reclaman que al menos estas empresas deberían ser partícipes del mejorado de las condiciones de vida del barrio.

En materia de transporte, el único colectivo que ingresa al barrio es la Línea 1. El resto, pasan todos por Blas Parera, situación que comparten prácticamente todos los barrios que se encuentran al oeste de esta avenida.

Una situación puntual la plantearon los directivos de los clubes presentes, tanto del Club French como del Club de los 40, y es la gran necesidad de asistencia que tienen este tipo de instituciones para poder subsistir y desarrollarse. “No tenemos apoyo para ofrecer alternativas deportivas o culturales”, señalan. Y agregan que sería bueno que desde el Municipio se aproveche la infraestructura de los clubes para ofrecer formación, cultura y deporte, y que a tales fines se mejore dicha infraestructura, generando así un círculo virtuoso que favorezca a todos. A partir de estas consideraciones, los vecinos reflexionan y coinciden en que hay muchos espacios de las instituciones intermedias que están desaprovechados, y que falta una visión estratégica por parte del Estado para aprovechar eso en beneficio de la comunidad. De hecho, ante la consulta de si hay actividades culturales o deportivas en el barrio, responden que más allá de la posibilidad de jugar al fútbol en el Club Atletas de Cristo, no hay nada.

Finalmente, ante la pregunta por los espacios públicos, los vecinos afirman que no hay. Lo más cercano era el parque que está delante del Iturraspe, pero ese lugar hoy está “cooptado” por la feria que allí funciona. Por lo tanto, cuando los vecinos van a algún lugar de esparcimiento, el destino más frecuente es la Plaza Sayago, que queda en frente del Hospital que lleva dicho nombre.