La Vecinal “Facundo Quiroga” contiene dentro de su territorio al barrio que se conoce como Barrio Transporte. Ubicada en la zona centro norte de la ciudad, la rodean dos importantes avenidas, como ser Aristóbulo del Valle al este y Facundo Zuviría al oeste. En ella se encuentran dos instituciones importantes, como ser el Club Pucará y el Centro Integral Comunitario, más conocido como “C.I.C”. Además, está la Capilla San Martín de Porres.

También allí se encuentra la Asociación Vecinal Facundo Quiroga, que fue el lugar donde se realizó el Encuentro. La reunión contó con la participación fundamentalmente de los representantes de la Asociación Vecinal, y algunos vecinos.

El primer planteo que se realizó fue en torno a la seguridad. Al igual que los barrios de Pompeya Oeste y Nueva Pompeya, Transporte depende de la Comisaría 26. Como ya lo habían advertido en las reuniones correspondientes a aquellos barrios, a fines de este año se vence el contrato de alquiler de la misma pero no se sabe cuál será su destino. Los vecinos de Transporte piden que sea detrás del C.IC. donde, además de funcionar una enorme feria popular, se va a hacer un ProCreAr con 192 nuevas viviendas.

Los vecinos afirman que no se observa patrullaje, y que las modalidades delictivas más frecuentes son entraderas y arrebatos.

Una cosa que hay que señalar es que parte del barrio está en obras, ya que hay calles donde se está asfaltando. Esto se relaciona, entre otras cosas, con la cuestión de la iluminación, ya que está proyectado que se coloquen luminarias allí donde están las obras. Sin embargo, aún así seguiría habiendo muchas cuadras sin luz o mal iluminadas.

El estado de las calles en general es malo. Los vecinos señalan que en Risso y Pje. Almafuerte hay dos grandes baches en los que dos cadetes perdieron la vida a causa de accidentarse con los mismos. El estado de las calles también implica que sea difícil acceder al barrio desde las avenidas, aunque los vecinos estiman que las nuevas obras deberían solucionar al menos parcialmente este problema. Aun así, el camión de la basura pasa regularmente.

El barrio no tiene cloacas y los pozos están saturados. Los vecinos advierten que esta es una de las principales urgencias. De hecho, en muchos casos los líquidos cloacales van a la calle. También señalan que en muchos casos o no hay desagües o no funcionan, porque cuando llueve muchas calles se inundan. Sucede, además, que hay muchos vecinos que han tapado con tierra o material las zanjas de las fachadas de sus casas y no las quieren abrir, lo que impide la circulación del agua y en consecuencia produce anegamientos.

Gas natural hay en una parte del barrio y para la otra se prevé una ampliación. Al respecto, un vecinalista afirma que tiene la idea de generar un registro de trabajadores de oficios del barrio (por ejemplo, gasistas), y que sería bueno que para obras como esas se emplee a esas personas. La conectividad a Internet no es buena. “Funciona más o menos” dice un vecino, que paga $4.000 mensuales por Internet y cable.

La Vecinal señala que más allá de las obras en general se observa poca inversión. Que han presentado múltiples notas al Concejo para promover la contribución de mejoras, pero no han tenido respuesta. También afirman que en 4 de enero al 7900 hay una vecina dispuesta a donar un terreno para que se abra un pasaje, pero que hasta ahora la burocracia Municipal ha impedido dicho proceso. Sostienen, además, que da la sensación de que el Jefe Distrital solo tiene la facultad de transmitir las inquietudes, no de abordarlas.

En cuanto a la salud, afirman que en el C.I.C. se observan filas desde temprano. Tienen pedida una reunión al respecto, para saber cuál es la situación del centro de salud. Dicen que incluso durante la pandemia la gente de la jurisdicción no pudo ni siquiera vacunarse contra el COVID allí. Entienden, además, que sería importante que se brinde el servicio de kinesiología, especialmente para adultos mayores; y el psicología, especialmente para jóvenes.

El barrio no tiene escuelas. La más cerca es la Escuela Denis, que queda al menos 10 cuadras. Los vecinos ven con preocupación estos déficits, sobre todo pensando en que prontamente se instalarán a vivir 192 nuevas familias.

En cuanto al transporte, las Líneas 11 y 16 circulan internamente por Padre Genesio. Una vez finalizada la obra lo harán por 1° de mayo. Además, está el transporte público que va por las avenidas. Sin embargo, los vecinos entienden que se necesita una línea más, especialmente porque los colectivos vienen llenos del norte y muchas veces no paran.

Un tema aparte es el trueque del C.I.C. Por allí circulan alrededor de 5 mil personas y los vecinos no ven ningún tipo de ordenamiento. La gente que trabaja allí no tiene agua y apenas cuenta con baños químicos. Muchos hacen sus necesidades directamente en la vía pública, lo que perjudica enormemente la vida de los vecinos que viven en los alrededores. No se observa policía ni inspectores municipales. Muchas veces se estacionan vehículos que tapan las salidas de los estacionamientos de las casas. También se observa la presencia de grandes vendedores que emplean a gente para que trabaje allí, perdiendo así la dinámica de venta directa que tienen las ferias populares.

Finalmente, el barrio no cuenta con oferta cultural. Sí hay oferta deportiva en el Club Pucará, donde se hace fútbol y patín. La plaza que tiene el barrio, sostiene un vecino, “se ha ido perdiendo”.