Reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones: de «La Boca-Alto Verde’

25/02/2023

Seguimos preparando el regalo para la Ciudad de Santa Fe en su 450 años, desde 2021. En el marco de «Santa Fe 450: la capital se escucha». La Vecinal “La Boca – Alto Verde” constituye una barriada muy particular de la ciudad. Si bien, como su nombre lo indica, es una continuación o extensión del Barrio Alto Verde, su fisionomía es muy distinta. Mientras que Alto Verde es un barrio altamente urbanizado, La Boca más bien es un paraje plenamente que se asemeja más al paisaje costero que al de la ciudad. Eso le da el encanto que favorece que, además de los habitantes, sea una zona de algunas quintas y también un destino turístico.

El barrio tiene algunas instituciones, entre las cuales destaca la Vecinal y la escuela Thompson, que además de ser una escuela técnica es la única de la ciudad con la especialidad en piscicultura.

Dada la falta de una sede vecinal, la reunión se realizó en la casa de un vecino con una nutrida concurrencia de vecinos y vecinas del barrio.

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Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Puente Angosto
Sur: Río Angosto
Este: Terraplén
Oeste: av. Circunvalación

Nube de problemas detectados

El emplazamiento geográfico y las particularidades de este barrio de Santa Fe son condiciones necesarias para comprender sus problemáticas más apremiantes. Según los lugareños, la prioridad es el asfaltado de la única arteria que atraviesa el barrio de cabo a rabo: la calle Ramón Rivero. En realidad, respecto al topónimo de la calle hay toda una historia, pues los vecinos sostienen que la mayoría la conoce como «Demetrio Gómez» (su continuación desde Alto Verde), pero que hace unos años, de manera inconsulta y sin previo aviso, el Municipio le otorgó el nombre del Centro de Salud del barrio. Sea como fuere, se trata de una calle de tierra que, si bien puede parecer pintoresca, cuando llueve se torna intransitable. La falta de asfalto en la calle dificulta en gran medida el acceso y la salida del barrio para sus habitantes. Ya sea Ramón Rivero o Demetrio Gómez, resulta imposible para sus motos y sus bicicletas que buscan, sin encontrar, un camino más estable.

En relación a la calle, también plantean los vecinos que a la misma le falta iluminación. Es inevitable la comparación con el estado de la calle Demetrio Gómez en Alto Verde, donde el asfalto nuevo y las luces LED le cambiaron la fisionomía al barrio. A esas mismas condiciones aspiran los vecinos de La Boca.

El otro gran problema es el del transporte. Y aquí cabe la descripción del posicionamiento geográfico del barrio. Ubicado al sureste de Alto Verde, trazando una especie de diagonal a orillas del Río de Acceso, que une al Río Santa Fe con el Río Paraná, La Boca es un paraje desde el cual, para llegar al resto de la ciudad, hay que recorrer toda la Ramón Rivero, luego el paso por la zona del Puente Angosto, tomar Demetrio Gómez, cruzar todo Alto Verde hacia el norte y finalmente atravesar los Puentes Colgante u Oroño para desembocar en la zona de Boulevard Gálvez, en el primer caso, o en el microcentro yendo por Av. Alem, en el segundo. Es decir, por sus condiciones geográficas se trata de un barrio muy aislado del resto de la ciudad.

Sin embargo, el servicio de transporte no favorece a franquear esta situación. En efecto, hay una sola Línea que es la número 13, que tiene un ramal específico denominado “La Boca”. Ahora bien, este ramal el único recorrido que hace es ingresar al barrio por Ramón Rivero y llevar hasta la parada del 13 en el sur de Alto Verde, a la altura de la Manzana 7 (en la puerta de la Escuela Victoriano Montes, donde los vecinos deben hacer un trasbordo al ramal del 13 que los conectará con el resto de la ciudad. Por lo tanto, se requieren siempre “entre 1 y 2 hs. para llegar a cualquier lado”. Esto dificulta el acceso a los centros educativos, al trabajo y crece en gravedad cuando se trata de urgencias médicas.

En materia de salud, el barrio tiene un Centro de Atención Primaria de la Salud que es el “Ramón Rivero”. Funciona de 7 a 13 hs., y los vecinos destacan la tarea de los enfermeros contraponiéndola a la ausencia de médicos. Como en toda la ciudad, “no hay pediatra”. Sin embargo, sostienen, “vamos directo al Demetrio Gómez, que abre hasta los sábados y los domingos”, en referencia a uno de los Centros de Salud de Alto Verde. Otros afirman que saltean el nivel primario y van directamente a los hospitales. Más allá de lo señalado en materia de transporte, es cierto pasa por el Cullen y el Hospital de Niños, y también deja cerca del CEMAFE.

En relación a la seguridad, el barrio no tiene comisaría y depende de la Comisaría 24° de Alto Verde. Si bien hay presencia de Prefectura, los vecinos afirman que la misma no interviene ante eventos de inseguridad, y sostienen que es porque no tienen jurisdicción. Los delitos más comunes están vinculados a los escruches, esto es, entrada y robo en edificios que están vacíos, sea instituciones en sus horarios en que no funcionan, sean casas cuyos habitantes no están. Los vecinos afirman que en general no denuncian porque la información se filtra y hay represalias. También señalan que en la Comisaría 24° “hay dos policías”, y que obviamente es insuficiente para Alto Verde y La Boca. Observan, además, que es creciente el número de kioscos de venta de droga.

Otro de los grandes temas es el agua, puesto que La Boca tiene una planta potabilizadora propia pero que se hizo cuando el barrio tenía 400 personas. Hoy allí viven 2500 vecinos, afirman, por lo que la planta resulta insuficiente. Los vecinos creen que la solución sería conectarse a la red que llega hasta Alto Verde, y afirman que la planta demás de haber quedado chica ha sido vandalizada. En concreto, “a la mañana se corta 2 hs. el agua y durante el resto del día hay muy poca presión”. Por contrapartida, el servicio de luz eléctrica es muy bueno. Desde hace dos años que hay medidores comunitarios y cables nuevos.

En relación a la recolección de residuos, los vecinos afirman que el camión pasa todos los días y en general al barrio se lo observa limpio.

El barrio no tiene gas natural ni cloacas. En cuanto a la conectividad, la mayoría de la gente tiene Internet por radioenlace, pero hay una empresa que ahora está tendiendo fibra óptica. Afirman que el servicio es malo y caro, porque pagan $4.100 por mes y $10.000 la bajada. Servicio de cable no hay. Los que tienen lo hacen a través de DirecTV, que también es por antena.

Una particularidad que tiene La Boca es el acceso. Pasando la Manzana 7 de Alto Verde, uno puede ingresar un paso bajo nivel o por el Puente Angosto. Según los vecinos, este puente no se usa o se usa poco, porque está el peligro de derrumbe. Afirman que si uno circula por el mismo puede percibir su movimiento y ver sus defectos. La historia de este puente es que se construyo para que la gente pueda salir del barrio cuando hay creciente, porque en esos casos se inunda el paso bajo nivel. Más allá de esta problemática, los vecinos afirman que en esta zona no hay nada de iluminación, lo que la vuelve muy insegura.

Otro de los problemas que señalan los vecinos y la inexistencia de una descentralización municipal efectiva. “Casi todos los reclamos hay que llevarlos a calle Salta”, afirman, refiriéndose a la sede central de la Municipalidad. Esto hace que el barrio tenga muchas menos posibilidades de hacerse oír.

La educación, por su parte, destaca por la presencia de una escuela única: la Escuela N° 6394 “Martín Jacobo de Thompson”, que es una escuela técnica con especialidad en piscicultura, única en la ciudad y posiblemente entre pocas que pueda haber en la Provincia. Los vecinos afirman que allí están criando sábalo, pacú y salmón. También señalan que la escuela es víctima del vandalismo y la inseguridad, y que durante la pandemia fue “desvalijada”. A su vez, le reconocen un rol muy importante para la comunidad. Entre otras cosas, la escuela permite que los chicos del barrio vayan a jugar al fútbol en su tiempo libre. Los vecinos la identifican como la institución de mayor referencia. Además, señalan que tiene secundaria y primaria, y comentan: “es un montón para un barrio tan chico”. Es evidente la gran valoración de los vecinos por la escuela, su accionar y su rol.

Por el contrario, lamentan que el Club “El Pacú” ya no tenga más vida. Afirman que está en una situación irregular desde el punto de vista institucional, y en los hechos está cerrado a la comunidad. Todo lo contrario de lo que sucedía hace años, donde había festivales, cumpleaños y donde mucha gente venía desde otros lugares a comer pescado. Era incluso una referencia turística. Hoy, esa opción ya no está, y en materia turística hay un programa de la Universidad Nacional del Litoral que se llama “Turismo Comunitario”. Por fuera de esto no existen actividades culturales.

En cuanto a las fuentes de trabajo, la mayoría de las personas en el barrio son pescadores y albañiles a la vez. En torno a este tema, surgen dos cuestiones. Una, la ausencia de una organización que nuclee a los pescadores. Otra, la enorme disconformidad con la discrecionalidad con la que, en general, se manejan casi todos los planes sociales y ayudas económicas. Esto incluye a la ayuda dirigida a los pescadores en época de veda. Los vecinos afirman que hay gente que no pesca y la recibe, y viceversa.

En el barrio también hay una capilla de la Iglesia Católica, que es la Capilla “San Alonso Rodríguez” y que depende de la Parroquia “Jesús Resucitado” de Alto Verde. Allí hay misa semanal y catequesis. También en el barrio hay actividades de pastores evangélicos que también vienen de Alto Verde.

Finalmente, uno de los grandes temas es el de las escrituras. Nadie las tiene, porque la tierra tiene un único propietario privado y la gente vive allí de hecho. Sin embargo, esta situación ya supera los años que por ley permitirían el acceso a las tierras y las escrituras. En este sentido, que todas las tierras tengan el mismo propietario posibilitaría un eventual acuerdo, y este sería un proyecto más que interesante para terminar de regularizar la situación del Barrio de La Boca.