«Norte Unido»: reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones

28/02/2023
Este año celebramos los 450 años de la ciudad capital. Por eso, llevamos adelante la iniciativa «Santa Fe 450: La Capital se escucha”. Así, visitamos «Norte Unido», que se encuentra en el extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe, justo en el límite con la ciudad de Recreo. Ante la ausencia de una vecianal como tal, nos reunimos en la casa de un generoso vecino para escuchar la visión de los residentes sobre el barrio.

La Vecinal incluye dos barrios: el Barrio Nuevo Horizonte, ubicado al oeste de la Avenida Blas Parera, y el Barrio Abasto, al este de la Circunvalación. El nombre de la Vecinal se relaciona con el famoso Mercado de Abasto que se encuentra en la zona.

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Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Monseñor Rodríguez
Sur: Teniente Loza
Este: Avenida Blas Parera
Oeste: Avenida Blas Parera

Nube de problemas detectados

En el barrio de Abasto, la escasez de agua potable es el problema más grave. Según los vecinos, solo una parte del barrio está conectada a la red, mientras que el resto debe extraer agua con bombas. Sin embargo, el agua que se extrae es de mala calidad y afecta la salud de todos, especialmente la de los niños. A pesar de esto, aquellos que están conectados a la red siguen pagando la factura, aunque el agua no llegue.

En relación al resto de los servicios, la prestación tampoco es buena en esta vecianal de Santa Fe. Además, los servicios públicos en el barrio son deficientes. Aunque existen medidores comunitarios de luz eléctrica, la tensión es muy mala y oscilante, lo que ha provocado la quema de electrodomésticos en muchos hogares. La conectividad también es un problema, con un servicio de cable clandestino de mala calidad y un servicio de internet por radioenlace costoso y también de mala calidad, con un costo de $3.000 mensuales.

En cuanto a la recolección de basura, los vecinos afirman que el camión no recorre el barrio completo. En consecuencia, mucha gente tira la basura a la vera norte de Mons. Rodríguez, donde hay un inmenso descampado que tiene un propietario. El depósito de basura en esa zona es grave, porque no solo es causado por los vecinos. Afirman que allí vienen muchas camionetas a tirar cosas, y que se ha encontrado “de todo”. Dicen que incluso han aparecido cuerpos de personas sin vida. Sin ir más lejos, desde la esquina donde se hace la reunión puede observarse un auto que volcó hace pocos días y que está siendo progresivamente desguazado. El problema del depósito irregular de basura allí es una situación fuera de control, y que además se enmarca en un conflicto jurisdiccional, puesto que en sentido estricto allí donde tiran la basura ya es la localidad de Recreo.

El barrio tiene cloacas ni gas natural. Tampoco cuenta con servicio de transporte. Esto, además de grave, presenta una particularidad, porque los colectivos de las Líneas 3 y 15 pasan por la calle Mons. Rodríguez para ir hasta el lugar a donde los guardan. Sin embargo, ese tramo ya no es parte del recorrido, por lo que van vacíos y no frenan. Esto es preocupante, porque se trata de un importante tramo de recorrido desperdiciado en un barrio que no tiene acceso al transporte. En consecuencia, los vecinos deben caminar hasta la Av. Blas Parera, que son más de 10 cuadras por calles difíciles de transitar (en el caso de las internas), o a la vera de Mons. Rodríguez que no tiene vereda. La otra opción es ir hasta Teniente Loza, que está un poco más cerca. Cuando llueve este recorrido se vuelve imposible. Los taxis y remises no entran, y solo funcionan servicios de remises irregulares.

De hecho, otro de los temas que plantean los vecinos es el estado de las calles. Mons. Rodríguez está en condiciones, porque conecta la última bajada de la Circunvalación Oeste con la Av. Blas Parera, punto en el cual hacia el norte comienza Recreo y hacia el sur, Santa Fe. Pero las calles internas son todas o la mayoría de tierra y no tienen ningún mejorado. En algunas ni siquiera se observa un zanjeo mínimo. En consecuencia, “llueven 5 gotas y la calle ya no se puede transitar”, dice una vecina. Tampoco hay iluminación. Esto ni siquiera en la calle Mons. Rodríguez. Esta situación es fuente de inseguridad, no solo en relación a la comisión de delitos, sino también de inseguridad vial. Los vecinos lo explican: “A la noche no se ve nada y la gente que pasa auto tiene miedo, entonces van a 80, 100, 120 [km./hs.]”. Cuentan que han sido muchos los despistes y vuelques, y que hasta ahora “gracias a Dios” no ha habido víctimas fatales. Preocupa sobre todo la posibilidad que haya un siniestro que involucre a los niños y niñas que viven sobre Mons. Rodríguez. Los vecinos dicen que la iluminación de Mons. Rodríguez es un compromiso que el Municipio ha asumido y, por ahora, incumplido.

En materia de seguridad, el barrio depende de la Sub Comisaría 18° de Cabaña Leiva. Según los vecinos, “vienen a las 2 o 3 hs. de que los llamás”. Dicen que se ve muy poco patrullaje sobre Mons. Rodríguez, y dentro del barrio directamente no se ve nada. Existen delitos de todo tipo, como ser robos desde motos (“motochorros”), entraderas, escruches y hurtos, pero sobre todo “hay mucho raterismo”. Esto está asociado a la pobreza, pero también al consumo de drogas. En relación a la venta, ocasionalmente se producen tiroteos.

Respecto a la salud, los vecinos dicen que el Centro de Salud da muy pocos turnos por día (5 como máximo), y que atiende de lunes a viernes de 8.00 hs. a 13.00 hs.). Si bien el hospital más cercano es el Nuevo Iturraspe, la gente elige ir al Protomédico de Recreo. Afirman que allí “te atienden rápido y bien”. La desventaja es que es más lejos y hay que tomar el colectivo que va a Recreo. Al barrio no entra la ambulancia. De hecho, durante la misma reunión un vecino muestra que le llegó un mensaje de un familiar solicitándole que lo lleve al hospital justamente por la negativa de la ambulancia de ir hasta el lugar.

En cuanto a la educación, en el barrio funciona el Jardín de Los Sin Techo y la Escuela San Vicente de Paul. Los vecinos dicen que muchos de los chicos van también “a las escuelas de Blas Parera”, que son las N° 27 y N° 527, o a la N° 265 de Barrio Yapeyú. El acceso a la escolaridad es complejo por las condiciones de transitabilidad y movilidad ya explicadas. De hecho, al no haber colectivos, un vecino observó agudamente: “Acá el Boleto Educativo Gratuito no existe”.

Los vecinos señalan que en la zona de Abasto hay también una gran ausencia de instituciones. Lo poco que hay está en Nuevo Horizonte. De hecho, desconocen si hay o no una Vecinal y tampoco tenían conocimiento de la ubicación de la Delegación Noroeste de la Municipalidad sobre Teniente Loza. En Nuevo Horizonte hay un centro infantil deportivo, pero en Abasto no hay nada. En frente del lugar de la reunión, al norte de Mons. Rodríguez, hay una cancha que armaron los vecinos para que los chicos puedan jugar. Otro vecino reflexiona: “Esta es una zona olvidadísima no sólo de la ciudad, sino de la propia zona noroeste”.

Cuando se consulta por las fuentes de trabajo, los vecinos responden: cirujeo, changas, albañilería, empleo doméstico, venta ambulante, “de todo”. Y la zona comercial es recién en Av. Blas Parera, por lo que hasta allí tienen que ir para comprar cosas que no sean de primera necesidad.

Consultados por las mayores necesidades, en relación a todo lo relatado, los vecinos responden: agua, luz y transporte.