Vecinal Pro Mejoras Barranquitas: Encuentro de Vecinos, Comerciantes e Instituciones.

15/06/2022

La Vecinal Pro Mejoras Barranquitas corresponde al barrio que lleva el mismo nombre y que pertenece al conjunto de vecinales y barrios que, como un todo y en términos generales se denominan “Barranquitas”. Es la última Barranquitas hacia el norte, ubicada a la vera oeste de la Avenida Perón entre los barrios San Pantaleón (al norte) y Barranquitas Oeste (al sur). Otra referencia puede ser que tiene como límite norte el Cementerio Municipal. Es la zona centro oeste de la ciudad, si tomamos como referencia el centro geográfico.

Se trata de un barrio con pocas instituciones: un centro de salud, un jardín municipal, un templo evangélico y la Capilla Santa Bernardita, que depende de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes.

También está la Asociación Vecinal, que fue donde se realizó el Encuentro. Allí confluyeron un grupo de vecinos y representantes de la Vecinal.

Ficha territorial

Ubicación
Límites

Norte: Pje. Dean Funes, Fray Cayetano Rodríguez
Sur: Perú.
Este: av. Pte. Perón.
Oeste: av. Circunvalación Oeste.

Nube de problemas detectados

El primer planteo de parte de los vecinos tiene que ver con el centro de salud. Una vecina advierte: “El centro de salud es importantísimo, pero está muy abandonado”, y afirma que hay que ir a las 6 a.m. para conseguir un turno a 20 días. El mismo funciona de lunes a viernes de 7.00 hs. a 16.00 hs. A su vez, los vecinos reconocen a uno de los médicos, puesto que se trata alguien que está siempre muy disponible y atiende a quienes lo necesitan. Sin embargo, este gesto continuo de voluntad individual claramente no alcanza. Una vecina sugiere que más allá de asignar turnos fijos, debería dejarse una reserva de turnos libres para tender necesidades inmediatas o urgencias, puesto que nunca hay margen para atender casos así. De hecho, los vecinos señalan que a tales fines deben ir al Cullen o al Hospital de Niños si se trata de un caso pediátrico, ya que del Iturraspe Viejo “se llevaron todo” (al Nuevo), dejan así a la zona sin un centro de salud que era muy importante.

Luego se habló de algo que una vecina definió como “el flagelo de los jóvenes”: “el flagelo de los jóvenes es que no tienen trabajo, y no saben qué hacer de sus vidas”. Aseguró que muchos buscan changas, pero que es difícil conseguir. También algunos han optado por trabajar en las aplicaciones de delivery, pero se ver permanentemente expuestos a la inseguridad. También relatan que hay empresas que toman a los jóvenes de la zona por tres meses y luego los despiden. No hay escuela de oficios ni ninguna propuesta para aquellos que egresan de la secundaria o que, aun no habiendo egresado, buscan trabajar o encontrar alguna actividad en la cual desempeñarse. Ante la pregunta de qué hacen los jóvenes para recrearse – por ejemplo, un fin de semana a la noche – la respuesta es: “se juntan en las esquinas del barrio, porque no tienen nada para hacer ni recursos para hacer otra cosa”. También se señala que hay muchos jóvenes que han caído en las adicciones y que se quieren recuperar, pero que no hay nada que se gratuito para ello, y por tanto parece ser una situación de la cual no hay salida.

En relación a la seguridad, el barrio depende de la Comisaría 6ta. Los vecinos afirman que la policía no viene y no se observa patrullaje. Dentro del barrio sostienen que no ocurren tantos delitos, pero sí sobre la avenida (Perón), donde se producen robos desde motos (“motochorros”) que, una vez efectuado el ilícito, toman como vía de escape las calles internas del barrio. Sí, sostienen, se observa narcomenudeo y ocasionalmente se producen tiroteos. También preocupa el asentamiento que está detrás del terraplén, que es cada vez más grandes y en el cual se asientan a vivir personas ajenas al barrio y que los vecinos no saben quiénes son.

En materia de servicios, el barrio se encuentra muy desprovisto. En general no hay luminarias, y de las pocas que hay, gran parte no funciona. Tampoco hay gas natural ni cloacas, y si bien el agua se supone que es potable, muchas veces sale con olor, color y/o sabor. El estado de las calles que no son Artigas (la principal), en general es muy malo. Muchas directamente son de tierra o de un ripio deteriorado, sin mejorado, y por ende se anegan cuando llueve. Sobre Artigas, en cambo, hay una situación peculiar: se trata de una calle que tenía asfalto, pero que el Municipio lo “sacó” para hacer el cordón cuneta, con la promesa de reponerlo, y sin embargo no lo hizo. Es decir, de ser una calle con asfalto e iluminación, pero sin cordón cuneta, Artigas paso a ser una calle con cordón cuneta, sin iluminación y con ripio. Esto es un reclamo severo de los vecinos. Sin embargo, también reconocen que desde que está el cordón cuneta la calle no se inunda. En materia de conectividad el barrio no tiene fibra óptica. Tanto el Internet como el cable se provee por antena, siendo el primero de baja calidad. Los vecinos afirman que pagan $3000 mensuales por Internet y $2500 por el cable. Tampoco el barrio tiene acceso directo al transporte, ya que ningún colectivo ingresa. Los que pasan, van por Avenida Perón. Para quienes viven en la zona más alejada de la avenida, aún dentro de los límites del terraplén, son alrededor de 10 cuadras de caminata.

En el barrio no hay escuelas, solo un jardín municipal. Sin embargo, los vecinos afirman que hay muchas escuelas en zonas aledañas y esto alcanza para cubrir la demanda. Como ya se dijo, no hay escuelas de oficios ni tampoco talleres. No hay nada que forme para el trabajo ni sirva para vincularse con el mundo del trabajo. El gran problema del barrio – coinciden todos los vecinos – es el desempleo. Especialmente – también como ya se dijo – entre los jóvenes.

En cuanto a los espacios públicos, el único lugar es la Plaza Perú, que queda en el límite entre Pro Mejoras Barranquitas y Barranquitas Oeste. Sin embargo, la misma está a medio terminar, y tampoco se la utiliza por el miedo a la inseguridad, especialmente a las balas perdidas producto de los tiroteos. Otro espacio que a veces es utilizado, especialmente por niños, niñas y jóvenes, es la cancha de fútbol que está al lado de la Capilla San Bernardita, sobre calle Fray Cayetano Rodríguez, en el límite sur del Cementerio Municipal.

Finalmente, la Vecinal reclama que recibe muy poca ayuda del Municipio. En ella, hay un comedor que atiende a muchas familias del barrio.