Vecinal «San
José»: reunión con vecinos, comerciantes e Instituciones.
15/12/2022
La Vecinal “San José” contiene dentro de su territorio al barrio que coincide con el nombre de la Vecinal. Está ubicada en el centro norte de la ciudad, a la vera este de la Av. Peñaloza.
En el barrio hay algunas instituciones, principalmente escuelas, el centro de salud e instituciones religiosas.
El Encuentro se realizó en la Asociación Vecinal. La reunión contó con la convocatoria de vecinos y representantes institucionales.
Nube de problemas detectados
Los vecinos eligieron empezar planteando dos problemas bien sectorizados. Uno de ellos tiene que ver con la zona de a vía, donde según los vecinos se está armando un asentamiento. Entre los varios problemas de esta situación de irregularidad, los vecinos destacan un aumento en la inseguridad. Especialmente, dicen que se producen tiroteos casi todas las noches, lo que ha transformado claramente la fisionomía de la zona. Observan con preocupación que asentamiento avanza sin que nadie lo impida, y que se trata de viviendas de material y con conexiones clandestinas de luz y agua, lo que hace pensar que va camino a ser una situación permanente.
El segundo planteo sectorizado tiene que ver con la situación del FONAVI “Don Bosco”, más conocido como el FONAVI de barrio San José. Según las autoridades vecinales, el mismo se encuentra en condiciones inhabitables. Aún así, dicen, allí viven 1.552 familias, aproximadamente 6 mil personas. Desde la Vecinal no saben si la situación es similar a la de Acería – donde se decidió derrumbar y trasladar a la gente a un nuevo plan de vivienda – o si el mismo se puede recuperar. Aseguran que desde la Municipalidad les han dicho esto último. Lo cierto es que todos coinciden en que “algo hay que hacer”. Se refieren al estado de los edificios, a la calidad de los departamentos y a las condiciones de la zona.
En materia de inseguridad los vecinos afirman que el barrio está mejor que hace 15 años, a excepción de la situación ya descripta en la zona de la vía. El barrio depende de la Comisaría 9na. Los vecinos dicen que se observa patrullaje, pero de forma irregular, y dicen que la modalidad delictiva más común son las entraderas.
El tema de la basura depende de la zona. Por ejemplo, para todo el FONAVI hay solo tres contenedores, lo que genera que los mismos se desborden continuamente y esto produce microbasurales. Hay otras zonas por las que el camión no transita ya que hay cables bajos, producto de que muchos vecinos están conectados de forma irregular. Desde la Vecinal identifican que esta es la zona comprendida entre las calles Risso, Regimiento 12 de Infantería, Av. Peñaloza y la vía. Afirman que allí se está intentando organizar a los vecinos para colocar medidores comunitarios y solucionar este problema. Una de las problemáticas directamente vinculado con esto es que se trata de terrenos ocupados hace muchos años. Sin embargo, ante la pregunta, es gente que vive hace más de 20 años allí. Por tanto, el problema es la falta de regularización de esa situación a través de la entrega de escrituras.
En relación al estado de las calles, la única asfaltada es Alberti. Sin embargo, ese asfalto llega hasta Dusso y, por tanto, por dos cuadras, no llega a la Av. Peñaloza. En consecuencia, no hay ninguna calle plenamente asfaltada en el barrio. La cuestión de las cloacas también es dispar porque no hay en todo el barrio, pero en el FONAVI sí. Cordón cuneta, por su parte, hay solo en la calle asfaltada. El estado de las luminarias es “deplorable” en todo el barrio, incluso hay zonas donde directamente no hay luz. Cuentan los vecinos que, sin embargo, se proyecta – y ya está en obras – la colocación de 500 luminarias LED.
En materia de transporte, el barrio tiene varias líneas de colectivos, pero los vecinos califican al servicio como malo. Estas líneas son la 1, la 9 y la 15, que transitan por Estanislao Zeballos, y la 3 y 18 que van por Av. Peñaloza. Los vecinos plantean que la frecuencia es mala, irregular y que además en horario pico vienen llenos desde el norte, por lo que no se detienen. Como en muchos lugares, aparece también el planteo de la falta de una línea que conecte el este con el oeste y viceversa.
Sobre la cuestión de la salud, el barrio tiene un Centro de Atención Primaria. Al respecto, hay opiniones dispares. Una vecina, por ejemplo, dice que es muy bueno. Otra, por el contrario, afirma que es “un desastre”. Todos coinciden en que – como en toda la ciudad – los turnos son a un mes. También observan que el Centro no logra consolidar un staff de médicos estables. Esto trae complicaciones porque no tiene especialidades fijas o las personas pierden al médico con el que venían haciendo seguir su estado de salud. El mismo funciona de lunes a viernes de 7.00 hs. a 16.00 hs.
En materia educativa los vecinos consideran que al barrio le faltan opciones. En el límite norte sobre Regimiento 12 de Infantería hay instituciones que abarcan los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y medio) y sobre la Av. Peñaloza está la Escuela 7 de Mayo, que es secundaria. El resto de las instituciones están fuera del barrio, como ser las escuelas de Pompeya o la Escuela Don Bosco.
Un problema importante en el barrio es el de la plaza. El barrio tenía una plaza. Pero la misma fue tapada por montañas de tierra por la empresa que llevó adelante la obra del desagüe Espora. Los vecinos, irónicamente, la denominaban Plaza Córdoba, debido a las montañas. Estas eran tan altas que impedían ver de un lado de la plaza al otro, y además arrasaron con todo lo que había en ella: árboles, juegos, luminarias, etc. Esto es algo que quienes llevamos adelante la investigación hemos podido constatar de primera mano. Hoy las montañas ya no están más, pero la plaza quedó “pelada”. Es una manzana de tierra arrasada. Desde la Vecinal aseguran que el Municipio se comprometió a prontamente refuncionalizarla.
En cuanto a la conectividad, los vecinos afirman que hay una sola empresa y que el servicio es malo y caro. En otras zonas del barrio hay apenas otra alternativa.
Finalmente, la Asociación Vecinal reabrió sus puertas hace 6 meses. La precariedad de las instalaciones es absoluta: no tiene gas, cocina, muy poca infraestructura, elementos para cocinar y el estado edilicio es malo. Actualmente la Comisión trabaja fuertemente para revertir la situación. También heredaron una vecinal con los papeles fuera de regla, por lo que no pueden recibir subsidios. Hay mucho malestar por la falta de compromiso de los vecinos con las realidades comunes del barrio.