La Vecinal “San Martín” se corresponde con el barrio que lleva dicho nombre. Si bien queda ubicada de manera geográfica en el centro de la ciudad, tal vez del centro un poco hacia el norte, es considerada como parte de las barriadas del norte de la ciudad. Está comprendida entre dos importantes avenidas, como lo son Peñaloza y Blas Parera.

Un centro de salud, algunas instituciones educativas y otras religiosas configuran el entramado institucional del barrio. Además, hay una activa e importante tarea de la Asociación Vecinal, que es un importante punto de referencia en múltiples sentidos para el barrio.

Allí fue precisamente donde se realizó el Encuentro, que contó con la presencia de representantes vecinales y de vecinos.

Los vecinos comienzan planteando el problema del estado general de la vía pública en el barrio. Afirman que solo tres calles están asfaltadas: Estrada, Guanella y Espora. Además, son las únicas tres con cordón cuneta. El resto del barrio tiene “unos ripios destruidos” y el sistema de desagüe son las zanjas a cielo abierto. Sin embargo, dado que los cruces de calle o alcantarillas están tapadas, lo cierto es que el agua no se desagota y cuando las lluvias son intensas el barrio se inunda.

En materia de luminarias, como en otros barrios, hay un plan para instalar luces LED en todo el barrio, y los vecinos afirman que las obras ya están en marcha.

Por otra parte, sostienen que en el barrio hay muchos microbasurales. Esto sucede a pesar de que el camión recolector pasa todos los días. Como en otros lugares, se señala que en este asunto hay responsabilidad de los vecinos. Por ejemplo, mucha gente deja la basura en el cantero de la Av. Peñaloza. También señalan que hay medidas desatinadas, como por ejemplo que haya un contenedor en la puerta de la Escuela Malvinas. Si bien la escuela no queda en el barrio, muchos chicos concurren ahí. El problema con el contenedor – y los contenedores en general – es que desbordan de basura y muchas veces los prenden fuego.

Sin embargo, los vecinos coinciden en que de todo esto lo prioritario es el cordón cuneta, ya que las zanjas además de deficientes para el desagüe son fuente de condiciones insalubres.

En cuanto al servicio de la conectividad, los vecinos cuentan que hay al menos dos empresas que formalmente prestan servicio de Internet y cable en el barrio, e indican como costo promedio de ambos $5.000 mensuales. Sobre la calidad, hay diversas opiniones. Algunos dicen que les anda bien, otros mal, y otros a veces bien y a veces mal.

En materia de transporte, la cercanía con ambas avenidas es un beneficio. Al barrio ingresan las Líneas 1, 5 y 15, y a eso se suman como posibilidad todas las líneas que van por Blas Parera o Peñaloza. En ese sentido, los vecinos sienten que el barrio está bien conectado, al menos con el centro. Advierten como problema que en los horarios pico los colectivos llegan llenos desde el norte y muchas veces no paran.

En relación a la seguridad, San Martín depende de la Comisaría 10ma. Como se señaló en otros informes, la 10ma abarca una enorme extensión territorial y su cobertura es deficiente. Los vecinos sostienen que se cometen delitos todos los días, y que las modalidades principales son arrebatos, entraderas, robos desde motos (“motochorros”) y también robo a instituciones. Sin ir más lejos, la Vecinal fue víctima de esto en reiteradas ocasiones. Comentan además que se observa poco patrullaje en las calles.

En cuanto a la salud, el barrio tiene un Centro de Atención Primaria de la Salud que se encuentra en la esquina de la Vecinal. Los vecinos aseguran que el personal trabaja muy bien, pero que lo ven diezmado en materia de recursos. “Tienen trabas que no dependen de ellos”, afirman. Entre ellas, destacan la escasez de medicamentos y también a veces de médicos, sobre todo de pediatras, que es un problema recurrente en toda la ciudad. El Centro de Salud atiende de lunes a viernes de 7.30 hs. a 18.00 hs., y desde las 5.30 hs. entrega turnos.

En materia educativa, dentro del territorio del barrio hay dos escuelas, que son la San Martín y la Delia Di Carlo, ambas de gestión oficial. Ambas tienen solo el nivel primario, por lo que para hacer la secundaria los chicos y chicas deben concurrir a escuelas de otros barrios. La más cercana es la 7 de Mayo, que pertenece a Barrio San José. Sin embargo, la San Martín tiene la secundaria nocturna y tiene un núcleo en un edificio aparte donde se enseñan oficios. Esta escuela padece graves problemas edilicios, especialmente en los techos.

Entre los asistentes está presente una docente y realiza algunas observaciones interesantes. Señala que un grave problema de todas las escuelas de gestión oficial es que no tienen gabinetes psicopedagógicos. Esto es un tema que había sido planteado también por docentes en otros Encuentros, como ser el caso del que se realizó en la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario de Nueva Pompeya (Vecinal Pompeya Oeste). Como consecuencia, “el docente queda librado a que los padres lo lleven a un profesional”, cosa que no siempre sucede. Esta docente, además, observa que hay muchas situaciones de violencia intrafamiliar. Esto también había sido señalado por una docente, esta vez en el caso del Encuentro que se realizó en la Vecinal Alberdi (Barrio María Selva). Al respecto, la docente observa que “los padres van muy enojados a las reuniones de padres”, y advierte que hay una muy baja participación. “De 20 van 8. A una maestra de primer grado le fueron 3 sobre 20, y en primer grado se supone que el compromiso debería ser mayor”. Además, afirma que se puede observar una relación entre la asistencia de los padres a las reuniones y el desempeño de los alumnos en la escuela, como una especie de relación entre el compromiso de los padres y el itinerario educativo de los chicos.

Un aspecto muy positivo es que buena parte de los vecinos del barrio tiene su vivienda escriturada. Esto fue producto de una campaña que un gobierno provincial anterior llevó adelante en la materia.

Finalmente, los vecinos señalan que en el barrio no hay espacios verdes, ni tampoco lugares públicos para recrearse, hacer deporte o actividades culturales. El único lugar es la Vecinal, que brinda la posibilidad de muchas actividades. Incluso tiene una biblioteca. También realiza anualmente un festival folklórico, el cual en este año 2023 tendrá su tercera edición.