La Vecinal “Santa Rosa de Lima” alberga en su territorio al barrio del mismo nombre. En general, a casi todas las vecinales de esa zona (Estrada, 12 de Octubre, Roque Sáenz Peña, General Mosconi) los vecinos las identifican con el nombre de Barrio Santa Rosa de Lima pero, en sentido estricto, la delimitación del territorio vecinal es el de las calles que hemos demarcado. Se ubica en la zona centro-oeste de la ciudad, si tomamos como referencia el centro cívico y comercial. Si no, en términos geográficos estrictos, es zona suroeste.

El barrio cuenta con un Centro de Atención Primaria de la Salud que, en general, es reconocido en la zona suroeste. También está bien dotado de instituciones educativas, ya que hay un jardín, primaria y secundaria de gestión oficial, y lo propio de gestión privada, pertenecientes en este caso a la Parroquia Santa Rosa de Lima.

También está la Asociación Vecinal, que fue donde se realizó el Encuentro. La reunión junto a Fundación Centro contó con la convocatoria de vecinos muy comprometidos con lo que pasa en su barrio.

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Un grupo de los vecinos que participó se había movilizado por un reclamo particular pero no menor, y es que en la cuadra de su calle – Azopardo entre Pje. Magallanes y Jorge Luis Borges – hay un pozo abierto en la mitad de la calle de donde brota el líquido que es producto de la rotura de los caños de agua y cloacas que por allí pasan. Esto, más que un lodazal, ha generado un verdadero pantano a lo largo y ancho de toda la calle, donde no solo hay barro y agua, sino que han crecido plantas, hay aguas servidas, se acumula la basura y, en consecuencia, la calle es intransitable, hay un permanente olor nauseabundo, presencia de roedores y una constante nube de mosquitos.

Desde la Fundación nos acercamos al lugar después de la reunión y pudimos constatar la situación. Se trata de unas condiciones en las que, literalmente, no se puede vivir. A eso se suma que, dado que el camión de la basura no pasa por allí y deja sin servicio a las dos cuadras subsiguientes hacia el sur, los vecinos de esas cuadras van y tiran la basura ahí. Esto, a su vez, se junta con el zanjón a cielo abierto que está sobre Borges. La situación es verdaderamente dramática. Los vecinos comentan que el desborde de las cloacas también se produce al interior de las casas por los inodoros y las rejillas. Sostienen que el problema empezó aproximadamente hace 5 años, cuando se hicieron las cloacas en el barrio y, como fue de público conocimiento, se hicieron mal. En aquella ocasión hubo noticas que dieron cuenta de muchos lugares donde los pozos quedaron abiertos, pero 5 años después esta situación persiste. En la cuadra tampoco hay luz. Además, el agua que sale de las canillas no es segura. Cuentan que cada vez que los niños o niñas han tomado, han tenido vómitos y fiebre, y que en el Hospital de Niños les dijeron que era por el agua. En consecuencia, compran agua envasada que deben usar para todo, por lo que el gasto es enorme.

En el resto del barrio, hay zonas que han recibido mejoras y zonas que no. Es sabido que en estos años se han asfaltado muchas cuadras del barrio, pero no todas. En concreto, según los vecinos el asfalto llega hasta La Rioja y Arenales, pero lo cierto es que el propio lugar donde se está haciendo la reunión (Tucumán al 4500) no tiene asfalto ni cordón cuneta. Esta situación se repite en muchas otras partes del barrio, lo que genera grandes asimetrías. En efecto, es muy distinta la calidad de vida de quienes poseen asfalto, cordón cuneta, agua y luz de quienes, por ejemplo, viven en las condiciones de esos vecinos de calle Azopardo. La conectividad en el barrio es por antena.

En materia de seguridad, el barrio depende de la Sub Comisaría 2da. Los vecinos afirman que solo se observa patrullaje donde pasa el colectivo. En cuanto a las modalidades delictivas, “hay mucho rastrero”. Se refieren a que abundan los robos pequeños, en general hurtos de cosas de poco valor que se venden para consumir drogas. Este es en realidad el verdadero problema: por un lado, la enorme cantidad de consumo; por el otro, la gran oferta, que no limita solo al barrio, sino que recibe “clientes” que vienen desde otros lugares. Como se suele decir en muchos barrios, “se ven autos caros que vienen a comprar”. Esto produce también un clima de violencia entre bandas. Si bien hace tiempo no se frecuentan los tiroteos, el barrio cuenta con una plaza muy linda en la cual – según los vecinos – la gente elige no estar debido a la inminente posibilidad de una balacera.

En cuanto al transporte, al barrio entra un solo colectivo que es la Línea 18. Lo más al oeste que llega es calle Padre Quiroga, yendo por Jorge Luis Borges que es la continuación de Naciones Unidas.

Una vecina plantea como cosa puntual y a la vez general la cuestión de las escrituras. Afirma que la mayoría del barrio no tiene escrituras, y que se han iniciado trámites al respecto, pero los cambios de gobierno y las correspondientes burocracias han ido postergando la concreción de las mismas.

Otra vecina sugiera una idea respecto de la plaza: afirma que está muy linda pero que no se puede usar a causa de los tiroteos, a pesar de esta en frente de la Sub Comisaría 2da. Considera que habilitar allí una feria de emprendedores sería una buena forma de que los vecinos vuelvan a recuperar ese espacio.

Sobre la cuestión de los tiroteos, o los hechos de violencia, todos coinciden en que hay problemas territoriales entre los jóvenes que integran bandas. Eso genera el típico problema de que “los de acá” no puedan “ir para allá” y viceversa. La gran alternativa como espacio público es el Parque Garay, que los vecinos dicen que usan mucho.

En cuanto a las posibilidades deportivas, el Club La Casita de Santa Rosa ofrece fútbol y la Vecinal, boxeo. En el barrio también hay una “Mediateca” municipal, que ofrece algunas cuestiones culturales como ser guitarra, o algo también en oficios o similar – porque no son formaciones con título – como ser costura o tejido.

Los vecinos concluyen señalando que el gran problema de los jóvenes es que no consiguen trabajo.

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